Octubre del 2015 fue la fecha que fijó la Alcaldía de Managua para tener en óptimo funcionamiento el millonario proyecto de semáforos inteligentes para el municipio, pero han pasado cuatro meses y siguen pendientes varios ajustes de su sistema. Además, los conductores aún no sienten que los nuevos dispositivos logran mejorar sustancialmente el tráfico.
Especialistas en Ingeniería Vial consultados por LA PRENSA que solicitaron anonimato, aseguraron que la nueva red semafórica está trabajando de la misma forma que los antiguos semáforos amarillos, que los aparatos están con tiempo fijo en el cambio de las luces y no dependiendo del flujo vehicular.
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Uno de los expertos explicó que en teoría las cámaras sirven para medir la cantidad de automóviles y así dar el tiempo que se requiere en las intersecciones, actualizándose automáticamente y de manera permanente. Dijo que todos los semáforos tienen que estar sincronizados con el resto del tramo vial, de lo contrario el embotellamiento se creará en los siguientes cruces.
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Al ver que estos nuevos aparatos no disminuyen las filas de vehículos en las principales arterias viales de la capital, los conductores han señalado que lo único novedoso es que tienen un segundo semáforo (llamado esclavo) que repite la luz, reflejada en el pavimento (accesorio de nombre vialeta) y que hay contadores descendentes para los peatones.
A lo antes enumerado, otro especialista en el tema vial, le suma que se construyó un Centro de Monitoreo, donde se aprecian en video las intersecciones en tiempo real. Nada más.
CONDUCTORES SEÑALAN FUNCIONAMIENTO ERRÓNEO
De las 52 intersecciones que contempla la primera etapa del proyecto, en varias hay problemas para circular. Una de estas es la entrada al Mercado Oriental por la Carretera Norte. En ese punto se pone la luz verde para los vehículos que salen del populoso centro de compras y al mismo tiempo está habilitado el paso de este a oeste en la banda izquierda, creando peligro. Otro lugar es el semáforo del antiguo Cine González. Ahí los vehículos que van de este a sur quedan cruzados en la intersección. Lo mismo ocurre en los semáforos del Ministerio del Trabajo.
TRANSPORTE COLECTIVOEMPEORA SITUACIÓN
Para disminuir los embotellamientos, o al menos que no incrementen, se debería mejorar el transporte público. Esa es la recomendación que brinda el ingeniero César Avilés, miembro de la Asociación Nicaragüense de Ingenieros y Arquitectos (ANIA) al ser consultado sobre este problema que enfrenta la ciudad.
Según él, las autoridades que están a cargo del transporte urbano de Managua e interurbano, saben que esa es la clave, puesto que existen varios estudios que recomiendan hacer eficiente el transporte colectivo.
“Resolvés el problema y de forma más barata, no veríamos ese congestionamiento. En la Carretera a Masaya vendrían en tren o autobuses cien o doscientas personas en vez de venir un carro por una persona o dos personas”, ejemplificó Avilés quien argumentó que así la comuna se hubiera evitado la inversión millonaria de los semáforos inteligentes.
Esta propuesta es la misma que ha planteado anteriormente el ingeniero Dionisio Marenco, exalcalde de la capital. Para ambos es la única manera de quitarle la presión que todos los días se crea en la vía a Masaya, una de las salidas más importantes de la capital. Y para las pistas que conectan la ciudad, la recomendación ha sido que se amplíen y que se construyan pasos a desnivel porque las calles que se pavimentan en los barrios no ayudan.
52 intersecciones contempla la primera fase de semáforos inteligentes en el municipio de Managua. Están ubicados en la Avenida Bolívar, Carretera Norte y rumbo a Masaya.
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Críticas al proyecto
El proyecto de semáforos inteligentes para el municipio de Managua abarca 52 intersecciones en su primera fase. La empresa Aplicaciones Lumínicas y Viarias S.A (Aluvisa) de España, fue la ganadora de la licitación pública que realizó la Alcaldía de Managua.
Desde antes que se encendieran los nuevos semáforos en Managua, estaban las críticas del proyecto por parte de diferentes sectores, principalmente porque el proceso se dio sin brindarle información a la población y con atrasos constantes en las etapas de ejecución.
Entrado en funcionamiento continuó, porque se conoció que la Alcaldía de Managua negoció el proyecto con Aluvisa desde el 2011. Los documentos que lo comprueban están en manos de LA PRENSA.