El beisbol cubano sufrió un duro golpe en su presente y su futuro, cuando los hermanos Yulieski y Lourdes Gourriel, abandonaron el equipo isleño con el que jugaron en la Serie del Caribe y colocaron su mira en las Grandes Ligas.
Yulieski, de 31 años, ha sido considerado por más de una década el mejor jugador cubano, mientras Lourdes de 23 años, es calificado el prospecto de más proyecciones en el beisbol antillano. Ambos se fugaron en República Dominicana.
Por tratarse de un jugador mayor (de 23 años) y haber jugado al menos cinco campañas en el beisbol superior cubano, Yulieski está exento de las directrices que las Grandes Ligas han impuesto a peloteros salidos de la isla. De modo que será agente libre en breve.
Lourdes, quien cumple 23 años en octubre, está sujeto a las restricciones que tienen los equipos en su presupuesto para firmas internacionales. El período de firmas será entre el 15 de junio y el 2 de julio. Otra opción pora Lourdes es que espere llegar a los 23 años.
La deserción de los Gourriel, pero sobre todo la de Yulieski, constituye un revés para el experimento cubano de buscar terceros países (México o Japón) para intentar detener la masiva fuga de jugadores hacia Estados Unidos, con el que aún tiene restricciones.
Yulieski jugó en el 2014 con los Baystars DeNa de Yokohama, con quienes bateó .305, con cinco jonrones y 22 dobles en 258 turnos. Ahí se ganó un millón de dólares, al que habría que restarle los impuestos nipones y el porcentaje (10 por ciento) que va al gobierno cubano, que hace de agente.
Según expertos, Yulieski está listo para jugar ya mismo en las Mayores y su contrato podría oscilar entre 80 y 100 millones de dólares, y aunque eso es una especulación, el pacto de los Dodgers con Héctor Olivera (ahora en Atlanta), quien no es mejor que Gourriel, es una referencia: 62.5 millones por seis años.
DETALLES
Yulieski Gourriell de 31 años, es un jugador ofensivo superior a la media. Tiene velocidad en su bate y habilidad para descifrar todo tipo de picheos, con un plus de poder. “Aun cuando esconde la maceta de su bate y apunta con este hacia el lanzador, lo coloca rápido sobre la zona de bateo”, dice Ben Blader de Baseball America. Dispone de un brazo poderoso y manos suaves a la defensa. Un clásico tercera base.
Lourdes, 22 años, 6’3 pies y 185 libras. Velocidad y habilidad a la defensa sobre average para desempeñarse en los jardines, con huecos en el swing, pero proyecta mucho poder. Este año bateaba .321, con ocho jonrones y 32 remolques en 43 juegos con los Industriales de La Habana. Su juventud y herramientas son sus principales recursos para la búsqueda de un contrato extenso y cuantioso.