Quizás a un estudiante nicaragüense el nombre del poeta Luis Cardoza y Aragón le resulte lejano o desconocido. Contrario pasa con un estudiante guatemalteco cuya obra y vida se estudia desde la primaria.
Esta vez el XII Festival Internacional de Poesía de Granada dedica sus eventos al poeta guatemalteco, uno de los iconos culturales y literarios de Guatemala y abre a los profesores, estudiantes y artistas una nueva ventana para conocerlo.
“Cardoza y Aragón está representado por una extraordinaria poesía”, dice la escritora Gloria Gabuardi, secretaria ejecutiva del festival. También argumenta que en esta ocasión “dedicarle el festival es una forma de unir
Centroamérica, pues queremos que la región se sienta integrada. También lo haremos con otros poetas”, apuntó.
Gabuardi recuerda que conoció al poeta guatemalteco cuando trabaja para la Presidencia en los años ochenta, “me tocó antenderlo en sus dos venidas al país, eso entre los años de 1982 y 1983, era una persona amable y con un extraordinario sentido de la solidaridad humana”.
También retrata la escritora que “Cardoza y Aragón, venía acompañado por otro escritor guatemalteco Roberto Díaz Castillo que era en ese momento director de la Editorial Nueva Nicaragua, hablamos de cultura, nos reunimos con pintores entre ellos Leoncio Sáenz recuerdo y al despedirse en una de sus visitas me obsequió un collar de marfil que todavía conservo”.
“ASOMÁNDOSE AL CORAZÓN DE AMÉRICA”
Para Francisco de Asís Fernández, presidente del festival, “fue un regalo extraordinario conocer a Cardoza y Aragón cuando uno departía con él, era como estar asomándose al corazón de América, su pensamiento sobre las libertades y la democracia hacía que uno conociera más las entrañas humanas”.
“Un hombre de un pensamiento democrático de gran hondura, política y humana. Participó en la vida política de Guatemala como pocos y cuando uno hablaba con él estaba frente a la propia historia de Centroamérica, por eso dedicarle el festival es un privilegio y más el haberlo conocido por todo lo que representa, un hombre de una gigantesca escritura”.
De los libros de Luis Cardoza y Aragón, Fernández recomienda leer Guatemala, las líneas de su mano, en que se retratan las realidades que todavía vivimos, es un libro de hoy, actual y con un sentido de la vida muy profundo en el que se puede reflexionar sobre lo que somos como humanidad, explica Fernández.
DEFENSOR DE LACULTURA MESTIZA
No obstante, para Juan José Rodas Martínez, embajador de Guatemala, la figura de Cardoza y Aragón ha resurgido en su país a partir de 1992 como verdadero representante de la cultura mestiza, recordemos aquel poema que tiene que dice: “Me acuerdo que soy mestizo/soy real porque me fundo/en dos mitos: Coatlicue y Apolo”.
“De los grandes logros es que él revitalizó la cultura, el arte y la literatura y dio un lugar importante a las expresiones indígenas que por años han sido relegadas”, anota el embajador.
Rodas Martínez también explica que el escritor guatemalteco trabajo la mayor parte de su vida como periodista y desde ahí defendió las causas del socialismo, es así que en 1944 se integra al Movimiento Revolucionario que había derrocado a Jorge Ubico, electo como diputado y luego funda el Movimiento guatemalteco por la paz y la Casa de Cultura de Guatemala.
“Su presencia política fue destacada, como embajador en varios países; Noruega, Suecia, Francia, Colombia, Chile. Y luego murió en México donde él decidió que sus cenizas reposaran”.
Al igual que Fernández, Rodas coincide que “Guatemala, las líneas de su mano es un libro importante que leer donde recrea la gesta heroica de la Guatemala convulsa dispuesta a abrirle las puertas a la Revolución y el desencanto”.