Ante el déficit de lluvias que afecta desde hace dos años a más de cien municipios, expertos en seguridad alimentaria recomiendan buscar vías de adaptación y resiliencia frente a la sequía, porque los programas asistencialistas del Gobierno no están resolviendo de manera integral la crisis alimentaria que viven miles de familias asentadas en el denominado Corredor Seco de Nicaragua, en la zona de Nueva Segovia, Madriz y parte del occidente del país.
Para el sociólogo experto en seguridad alimentaria, Cirilo Otero, “el (Gobierno) ha llevado a algunas familias, a algunos sectores, ayuda de emergencia, pero no hay ninguna actividad dirigida que vaya a resolver el problema de fondo, es decir, relacionada con el manejo del suelo, a sistemas de riego. No ha habido nada de eso para transformar el problema. Lo que ha hecho son acciones paliativas”.
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Una opinión similar tiene Mario Nayra, coordinador territorial de proyectos de Nitlapan en Somotillo, Chinandega.Nayra expresó que “se están entregando paquetes de alimentos e incluso en algunos lugares se habla de que se está llevando agua en pipas y otros medios para que la gente tenga para el consumo”, pero “después la gente va a seguir en el mismo problema y lo relevante de este asunto es que este es un problema global y que debemos adaptarnos a las nuevas condiciones del clima”.
Según ha informado la vocera del Gobierno, Rosario Murillo, tienen proyectada la entrega de 47,000 paquetes alimentarios a familias del Corredor Seco, de estos, hasta ayer ya se habían entregado 30,929.
Además estas familias están siendo visitadas por brigadas médicas del Ministerio de Salud.
PROGRAMAS VACÍOS
Para Otero, este tipo de programas en los que se entregan alimentos y otros planes del Gobierno, como el Bono Productivo Hambre Cero, “no tienen ningún impacto y son microlocalizados, son programas vacíos porque no tienen seguimiento ni indicadores de evaluación”.
Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, el fenómeno climatológico El Niño ya ha afectado a 4.2 millones de personas en Centroamérica y se espera que las condiciones de déficit de lluvias se mantengan hasta marzo, “lo que hará perder las cosechas en el corredor de Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador”.
Es por esto que desde hace varios años Nitlapan promueve la adopción de prácticas de adaptación a las nuevas condiciones climáticas entre los agricultores de diversas comunidades del occidente del país.
Lo mismo hacen diversas organizaciones en otras zonas del Corredor Seco y del resto del país; sin embargo es poco lo que se ha logrado. “Se ha hecho de todo, ha habido una innumerable cantidad de proyectos que pasan por las comunidades promoviendo innumerables cantidades de tecnología, pero quizás lo que se promueve no es lo que la gente necesita o la gente piensa que no es accesible (asequible) a ellos”, explica Nayra.
Pese a estos esfuerzos los agricultores de esas zonas, que ya son vulnerables por la ubicación geográfica, siguen sin adoptar nuevas tecnologías y siendo altamente dependientes de la lluvia, porque los productos que cultivan requieren mucha agua.+
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“El problema es que los productores solo adoptan las cosas hasta que están en problemas… Es un problema cultural de resistencia a los cambios. Ahora lo que podemos hacer, más allá de empujar a que hagan una cosa o la otra es hacer un esfuerzo para que la gente vea que el cambio climático es un problema que ya estamos viviendo”, explica Nayra.
Dicho esfuerzo debe incluir una participación de todos los sectores, para evitar que deje secuelas en la población, además de voluntad de los productores para adoptar las medidas que le permitan adaptar sus cultivos a las nuevas condiciones o sustituirlos por otros más adecuados a las zonas en que habitan.
PLANES A FUTURO
Denis Meléndez, facilitador nacional de la Mesa Nacional de Gestión de Riesgo (MNGR), dijo que además de buscar cómo paliar la situación por los próximos tres meses que quedan de estación seca, es necesario prever una posible llegada de la estación lluviosa para la tercera semana de mayo.
“Hay un nuevo pronóstico que indica que en la tercera semana de mayo se instalará el invierno. Este invierno traerá condiciones neutras, es decir, favorables para las actividades agropecuarias, entonces es prudente que desde ya se trabaje este escenario”, detalló Meléndez.
Meléndez consideró necesario que además de mejorarse las líneas de abastecimiento de los paquetes alimenticios que facilita el Gobierno, esto sea una acción sostenida, especialmente donde hay afectaciones y se promuevan acciones como cosecha de agua o la creación de reservorios para que las personas puedan continuar con sus labores productivas.
CUESTIONAN AL GOBIERNO
Pese a la sequía y los evidentes problemas de falta de alimentos, en gran parte de la región del Corredor Seco de Nicaragua, el Gobierno no solo ha impedido la entrega y donación de alimentos a familias pobres, usando a la Policía para retener los camiones con alimentos enviados a la zona por productores de Nueva Guinea, aglutinados en el Consejo Nacional para la Defensa de la Tierra,
Lago y Soberanía Nacional. Las autoridades también evitaron pedir apoyo internacional al Programa Mundial de Alimentos (PMA), como sí lo hicieron Guatemala, El Salvador y Honduras para enfrentar la sequía generada por el cambio climático. Nicaragua, por el contrario, se endeudó contrayendo un crédito de 559 millones de córdobas a una financiera asociada al partido de gobierno Frente Sandinista, que luego convirtieron en deuda pública. Los fondos se usaron para comprar alimentos y distribuirlos entre los afectados.
CAMPAÑA A BASE DE HAMBRE
Para el sociólogo especialista en seguridad alimentaria, Cirilo Otero, el Gobierno no resolverá la crisis generada por la sequía y más bien “va a seguir con una política caritativa porque esta sequía y la situación de hambre se ha convertido en un buen negocio para hacer campaña electoral”. Para Otero, el Gobierno “ha hecho programas muy limitados, como Hambre Cero o el Programa Alimentario Nacional, para dar una mejor imagen internacional y que el modelo que están implementando se tenga como ejemplo, aunque solo sea asistencialista”.
