El nuncio apostólico Fortunatus Nwachukwu recibió con “mucha alegría” que el cardenal Miguel Obando y Bravo haya sido nombrado Prócer de la paz y la reconciliación, el pasado 2 de marzo.
“Este nombramiento de Prócer de la paz y de la reconciliación es tratar de rescatar este papel único que jugó tratando alcanzar la paz en este país”, dijo el nuncio este domingo en San Rafael del Norte, Jinotega, donde participó de la celebración de los cien años del nacimiento del padre Odorido D’Andrea.
Al nuncio no le sorprende que haya personas que no estén de acuerdo con esta distinción al cardenal de parte de la Asamblea Nacional, recordando que a Jesús hasta lo mataron por no estar de acuerdo con sus acciones.
“Aun (incluso) Jesús en su tiempo no recogió la unanimidad de todos, de hecho que hubo personas que mataron a Jesús”, dijo Nwachukwu.
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“LO MERECE”, INSISTE
El representante del Vaticano insistió en que Obando merece ser prócer, lo que contrasta con sus críticos.
“Hoy en día el cardenal Obando no es una figura de consenso nacional, lamentablemente no lo es y además nunca lo fue. ¿Cómo se nos puede olvidar que en 1986, en plena guerra civil en Nicaragua, cuando Ronald Reagan estaba buscando cien millones de dólares para financiar la contrarrevolución, el cardenal Obando viajó a Washington para hacerle campaña a esa demanda de Ronald Reagan? Entonces nunca fue una figura de consenso, ni entonces ni ahora”, dijo el viernes pasado María López Vigil en entrevista con LA PRENSA.
EL TERCERO EN LA HISTORIA
La distinción oficial fue otorgada a través de una ley aprobada con los votos de los diputados del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), dos diputados del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y una diputada de Yatama.
El cardenal Obando y Bravo comparte este nombramiento con Miguel Larreynaga y el presbítero Tomás Ruiz, próceres de la Independencia