La Concacaf y varias asociaciones de futbol de América Central y el Caribe quedaron aún más complicadas en la megacausa por corrupción en la FIFA que se investiga en la justicia de Estados Unidos, tras la confesión de un nuevo procesado.
El empresario colombiano Miguel Trujillo no dio nombres el martes en la audiencia ante un juez de Nueva York en la que se declaró culpable, pero sí muchos detalles de su participación en las maniobras para pagar sobornos y acordar de manera ilegal los derechos de comercialización de torneos, partidos clasificatorios para mundiales y amistosos.
De 65 años y vinculado con las compañías de marketing deportivo Media World y Traffic USA, Trujillo fue un “consultor de futbol y agente de partidos con licencia de la FIFA” que entre 2008 y 2015 trabajó con otros dos procesados que ya se habían declarado culpables en el caso, los empresarios brasileño Fabio Tordin y español-estadounidense Roger Huguet.
En su declaración en la audiencia en los tribunales de Brooklyn, a la que la AFP tuvo acceso, Trujillo se refirió, por ejemplo, al pago de sobornos a responsables de tres federaciones de la Unión Centroamericana de Futbol (UNCAF) para conseguir contratos de comercialización de partidos clasificatorios para los Mundiales de Brasil-2014, Rusia-2018 y Catar-2022.
“Acordé que Media World pagaría, y ayudé a Media World a pagar, cientos de miles de dólares en sobornos a altos responsables de esas federaciones”, que a cambio de eso cedieron los derechos a Traffic USA, una de las dos compañías que ya se ha declarado culpable en la megacausa, explicó.
Trujillo, que describe la ruta de ese dinero a través de cuentas en Panamá y Miami, también pagó “decenas de miles de dólares en sobornos a altos dirigentes de varias federaciones de futbol, incluyendo responsables de dos asociaciones de la UNCAF”.
DETENIDOS
Entre los 40 individuos procesados en el caso FIFA, hay muchos exdirigentes del futbol centroamericano, como el costarricense Eduardo Li, los hondureños Rafael Callejas y Alfredo Hawit y el guatemalteco Brayan Jiménez, todos bajo arresto domiciliar en Estados Unidos tras el pago de fianzas; mientras el nicaragüense Julio Rocha sigue detenido en Suiza, en espera de una decisión de los tribunales sobre su extradición a Estados Unidos, Nicaragua o si será juzgado en la nación europea.