En brazos de sus amos muchos canes fueron llevados hasta la abarrotada iglesia Nuestra Señora de Magdalena de Masaya, para agradecer a San Lázaro, representada en una pequeña imagen tallada en madera, y que año con año, atrae a miles de promesantes, que se dan cita en el barrio indígena de Monimbó, que llegan a este templo, como una actividad previa a la Semana Mayor.
La multitud y el calor invadieron la iglesia Magdalena, mientras muchas personas con candelas de sebo encendidas, otros se mantenían con sus mascotas en brazos para pedir o agradecer por la salud de sus animalitos, como es el caso de la perrita Kuki, quien hace unos meses estuvo muy débil de salud y sus dueños se la ofrecieron a San Lázaro.
FAVORECE A HUMANOS Y A PERROS
“Venimos a pagar la promesa por el milagro, ya que ella (la perrita) es escapó de morir, y nosotros la amamos mucho, tenía vómitos, era una terrible bacteria, pues pedimos a San Lázaro, y pues aquí la ve, muy sana. Recuerde la historia bíblica que a él los perros le lamían sus heridas”, dijo su dueña.
La Eucaristía fue presidida por el cardenal Leopoldo Brenes, quien dijo que al igual que los milagros de San Lázaro alcanzan a los canes, también es posible con las personas, “porque una persona se me acercó y llorando me dijo: cardenal, yo no podía caminar, y yo le pedí al Señor, por intercesión de San Lázaro. Qué bonito que vengan a dar ese testimonio”, agregó el purpurado.
La leyenda del San Lázaro de los perros, nace de una parábola de Jesús en la que habla de un hombre pobre, de muletas y unos perros que le lamían las heridas a este hombre llamado Lázaro. Desde hace tiempo, en este barrio de Masaya, miles de personas llegan con sus mascotas para pedir o agradecer un favor.