Desde Ernesto López las selecciones de beisbol de Nicaragua no han presentado un verdadero “slugger” en sus alineaciones, ese bateador que al colocarse en el plato lo haga representando la posibilidad real de ver un batazo de cuatro esquinas. Pero mañana, en el arranque de la eliminatoria de Mexicali, México, para el Clásico Mundial de Beisbol, el conjunto nacional podría tener uno: Jairo Beras.
El muchacho de 21 años, nacido en República Dominicana, será parte de la novena nicaragüense al ser hijo del nicaragüense Harold Herdocia y aunque aún es un proyecto para los Rangers de Texas, que lo firmaron en 2012 por 4.5 millones de dólares, su poder es un hecho.
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Beras se vio afectado por las lesiones en la pasada temporada, pero aún así logró conectar nueve jonrones, empujar 43 carreras y alcanzar un slugging de .440, en 88 partidos en Clase A, con promedio de bateo de .291.
Es tanto el potencial de este jardinero, que es colocado en el sexto puesto entre los prospectos de Rangers, por MLB.com, que en su reseña destaca su poder con el bate, pero más aún su brazo potente, de esos que casi no se ven en el beisbol moderno y que le es de máxima utilidad al ser el guardián del jardín derecho.
Su juventud y poco experiencia pueden frenar la capacidad destructiva de este pelotero en Mexicali, pero si encuentra un lanzamiento en zona buena, el cuadrangular es una posibilidad con él más que con cualquier otro pelotero de la alineación nicaragüense.
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LOS PLANES
Aunque Jairo Beras aún está en proceso de desarrollo como pelotero, su potencial y cualidades como bateador lo colocan en un estatus que muy pocos peloteros nicaragüenses han logrado: un bateador de poder.
Beras ha jugado en Clase A las dos últimas campañas y este año lo hará en Clase A Avanzada, con la organización de los Rangers. Lo mejor de este muchacho para Nicaragua podría presentarse en los próximos años, quizás en una incursión del equipo nacional en un Clásico Mundial de Beisbol. ¿Por qué no?