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José María Calderón Cerro fue una de las decenas de víctimas de la represión policial en El Tule, San Miguelito. LA PRENSA/ ARCHIVO

Represión de El Tule y Rivas en informe anual de la CIDH

El informe anual de la CIDH recoge el alegato del gobierno en cuanto a que la Policía no utiliza armas letales para disuadir protestas sociales

La represión vivida en diciembre de 2014 por campesinos de El Tule y pobladores de Rivas de manos de la Policía Nacional, aparece registrada en el informe anual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en el capítulo relativo al uso de la fuerza en protestas sociales.

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En el informe anual la CIDH destaca la denuncia de las organizaciones de la sociedad civil sobre el tema, así como la aseveración del Gobierno de Daniel Ortega en representación del Estado de Nicaragua, de que en Nicaragua la Policía usa técnica antidisturbios no letales para disolver protestas sociales.

El informe refiere, que en la audiencia para denunciar lo relacionado al proyecto de construcción del Canal y su impacto sobre los derechos humanos en Nicaragua, “las organizaciones de la sociedad civil denunciaron ante la CIDH que desde agosto de 2014 se habían realizado 37 marchas pacíficas expresando su rechazo al proyecto del canal, las cuales fueron sometidas a un proceso de intimidación y represión por parte de los cuerpos armados del Estado”.

Y destaca que las organizaciones denunciaron la violencia con que la Policía reprimió en diciembre de 2014, dos protestas contra ese proyecto efectuadas en Rivas y El Tule.
“Más de 200 policías desarticularon con violencia la protesta en contra del canal en Rivas, y detuvieron ilegalmente a más de 50 personas”, apunta parte del informe. Al tiempo que indica que en el poblado de El Tule el 24 de diciembre de 2014 “un contingente de centenares de policías y militares arremetió contra los campesinos disparándoles balas de goma y gases lacrimógenos con el objetivo de disolver las manifestaciones, ocasionando más de 70 heridos”.

“En esa ocasión Wilmer José Murillo y José María Calderón fueron heridos en el rostro con una bala de goma”, agrega la CIDH. LA PRENSA confirmó posteriormente que Calderón perdió el ojo izquierdo.

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LO QUE DICE EL GOBIERNO

En respuestas a un cuestionario planteado por la CIDH a los estados partes, el Gobierno alegó a su favor que: “en las intervenciones policiales [en manifestaciones sociales], la Policía de Nicaragua tiene estrictamente prohibido el uso de armas de fuego u otro tipo de armamento letal, por lo que únicamente se autoriza el uso de técnicas antidisturbios no letales”.

Y añade: “Nicaragua informó que las fuerzas policiales que intervienen en el restablecimiento del orden público en protestas sociales y manifestaciones han sido equipadas con equipo de protección personal (casco, máscara, escudo y traje anti traumático)”.

Y como técnica de disuasión, dijo el Gobierno de Ortega, “cuentan con gas lacrimógeno, con un componente químico irritante menos intrusivo y no letal que no pone en peligro la vida de las personas. Esta técnica se utiliza para restablecer el orden público ante graves alteraciones, y su propósito es dispersar a las personas que están provocando el incidente”.
Preocupados por Ley SS

La CIDH indica que ha recibido información de otras medidas reguladoras del uso de la fuerza como la Ley de Seguridad Soberana, que podrían resultar incompatibles con las obligaciones internacionales de los Estados en esta materia.

“La laxitud en que se plantean algunos objetivos de la seguridad soberana, o la propia definición de amenaza u otros términos empleados en la redacción, podría facilitar las intervenciones militares en asuntos de orden interno, particularmente en contextos de protesta y manifestaciones públicas”.

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