Arely Cano, defensora de personas con VIH-sida fue conducida Al Distrito Uno de la Policía desde primeras horas del domingo, luego de que los agentes de un retén policial instalado la medianoche del sábado en el sector de Metrocentro, la acusaron de supuesto irrespeto a la autoridad.
La noche de este lunes 21 de marzo fue puesta en libertad, según conoció Juanita Jiménez, dirigente del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), quien dio seguimiento al arresto de Cano, cuyo caso trascendió pese a que la familia buscaba mantener el hecho dentro del ámbito privado. De lo poco que conoció Jiménez fue que Cano fue golpeada tras haberse resistido al arresto.
La Policía no había permitido ver a Cano, lo que preocupaba a Jiménez pues “su condición requiere de tratamiento”. Cano ha manifestado de forma pública que es portadora de VIH.
Supuestamente este lunes Cano fue remitida a los tribunales, pero luego fue retornada al distrito policial porque no hubo audiencia.
La madrugada del 20 de marzo, la misma Cano, a través de las redes sociales, criticaba el hecho de que su vehículo sería enviado al Depósito Municipal “por no pagar la coima”.
Jiménez conoció que el incidente habría ocurrido cuando Cano demandó que les multaran o devolvieran los documentos, pues había pasado mucho tiempo sin que les permitieran continuar la marcha. Y reaccionó ante la decisión de los policías de trasladar el vehículo al Depósito Municipal por considerarlo arbitrario.
En el retén permanecían más que todo mujeres policía a quienes Cano les habría insinuado que no estaba dispuesta a pagar “coima”, conoció la dirigente del MAM. Esto habría provocado el altercado entre Cano y las agentes que se consideraron irrespetadas.
Por separado, Larry Gabriel Blandón también utilizó las redes sociales para denunciar públicamente que fue víctima de supuestas arbitrariedades por miembros del mismo retén de la Policía Nacional.
Blandón expresó a LA PRENSA que “antes de que nos atendieran a nosotros… había una señora que estaba reclamando igual en las condiciones que yo estaba reclamando y a esta señora la golpearon”.
“Hubo otra gente también que estaba allí que las tenían como una hora retenida y no les daban ningún resultado de qué iban a hacer con los vehículos”, indicó Blandón, quien afirmó que cuando les hicieron la prueba del alcoholímetro la fila era larga y requirió un tiempo, por lo que cuando regresaron donde estaba el vehículo ya lo habían trasladado al Depósito. Dos teléfonos celulares valorados en quinientos dólares cada uno no estaban.
LA PRENSA consultó a la oficina de prensa de la Policía Nacional, pero no hubo respuesta.
SEÑALAN MÁS ABUSOS
Larry Gabriel Blandón indicó que cuando un oficial se acercó a ellos les advirtió: “Este carro va directo al Depósito”.
Extrañamente relata Blandón que los agentes no le extendieron ninguna boleta como multa por haber cometido alguna infracción de tránsito, tampoco les explicaron las causas de haber sido detenidos y trasladado el vehículo al Depósito Municipal ni los resultados del acoholímetro.
No obstante uno de los oficiales lo amenazó con llamar a “Los Dantos” y a la amiga que viajaba con él le habría dicho: “No te golpeo porque sos mujer, ganas no me hacen falta”.