“Tengo fotografía del autor de las lesiones y no es ninguno de los que presentó la Policía de Managua. (Le) pido a la primera comisionada Aminta Granera, que revise este caso porque no fue a un animal al que mataron”, lamentó Marjorie Gómez Flores, mamá de Brandon Gutiérrez Gómez, quien falleció después de recibir una paliza por parte de policías de Masaya.
Los familiares del adolescente, quienes el miércoles 30 de marzo denunciaron el caso ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos, negaron la versión que ofreció la Policía Nacional la tarde del martes 29 de marzo, de que hubo un forcejeo entre agentes y los jóvenes que se encontraban reunidos en la antigua estación de trenes.
Igual rechazaron la versión de que en el lugar donde ellos estaban encontraron una bolsa con 5.4 gramos de marihuana y tres armas blancas.
“Eso es falso. Lo que dijo el comisionado (general Juan Ramón Gámez) a los medios en Managua, es mentira, porque ni a mi hijo, ni a los muchachos, les encontraron droga, ni armas blancas… si les hubiesen encontrado drogas, como dijo el comisionado, (entonces) hubiesen detenido a los muchachos, y más bien fueron agredidos y luego entregados a sus familiares a excepción de mi hijo, a quien trasladaron de emergencia al Hospital Humberto Alvarado”, narró Gómez Flores.
Según los jóvenes Marvin Flores y Yader Calero, quienes también fueron vapuleados esa noche, los seis agentes dejaron la patrulla a varios metros del lugar y sin mediar palabras los redujeron a puntapiés, para luego tirarlos al suelo, donde les ponían las botas en la cabeza para que no vieran la agresión.
“Fijate que nosotros nos quedamos afuera de la estación un rato, haciendo los chistes de lo que nos pasó durante el paseo, de pronto aparecieron (los policías) tirando balas y nos comenzaron a golpear a patadas, y no decían nada, solo tiraban patadas y golpes y que nos lanzáramos al suelo, luego nos requisaron, pero no hallaron nada, a todos nos agarraron a patadas”, declaró Flores.
“Nosotros no supimos qué pasó con Brandon, porque no nos dejaban levantar la cabeza. Pero después que ellos se van, vimos que el chavalo echa (da) unos pasos y cae grave… hasta los vecinos salieron a decirles (a los policías) que acabábamos de llegar del viaje”, aseguraron los muchachos.
El crimen ocurrió el sábado 26 de marzo, cuando los jóvenes se reunieron en la antigua estación La Curva, Niquinohomo, después de regresar de un paseo en Rivas.
Luego de la golpiza, cuando el joven agonizaba en el hospital, uno de los policías llegó a ofrecer quinientos córdobas para los gastos médicos.
Esa noche el joven murió por desprendimiento de órganos internos, producto de las patadas de los policías.
INDIGNACIÓN SOCIAL
La muerte a golpes del adolescente Brandon Gutiérrez Gómez indignó a los vecinos de Niquinohomo, quienes durante el entierro llevaron el féretro ante la estación policial y exigieron justicia. La Policía les lanzó gases lacrimógenos y ofreció cárcel.
Según los familiares, el que más golpeó al joven es el policía Osmer García, con chip número 19492, el cual anda libre.