Veneno para cucarachas, jabón líquido y ambientadores, fueron los primeros productos que Irene Vallecillo elaboró para empezar su propio negocio. Veinticinco años después Productos El Sol sigue en pie aportando en empresas para el manejo de la sanidad, higiene y control de calidad.
Irene Vallecillo, ingeniera en Química Industrial, comenzó en 1992 su empresa, en ese entonces tenía 40 años de edad, 25 de experiencia laboral, dos hijos y era una madre divorciada. Su experiencia laboral la había completado en distintas industrias como la farmacéutica, textil, energía y alimentos.
Según recuerda, sus jornadas laborales llegaban hasta las veinte horas al día, no tenía tiempo para sus hijos y ganaba poco. En 1991, en plena transición de Nicaragua, se sumó a las filas del desempleo.
BUSCANDO NECESIDADES EN LA INDUSTRIA
Vallecillo indica que en base a sus conocimientos y viendo la disponibilidad de materiales que tenía al alcance analizó qué podía producir para cubrir necesidades que habían en las distintas ramas de la industria, por lo que comenzó a contactar personas que aún estaban trabajando en el campo y a repasar las situaciones que había visto, y es así como conoció la debilidad que había en la época en el tema de limpieza.
“Tenía la experiencia y el conocimiento de los problemas que teníamos dentro de la industria para poder hacer el trabajo de limpieza, porque no teníamos las herramientas adecuadas y nos tardábamos mucho tiempo y no importaba si la gente estuviera cansada, había que limpiar y teníamos que dejar en las mejores condiciones”, comenta.
Fue así que a través de comunicaciones por fax, Vallecillo logró contactar una fábrica danesa de insumos de limpieza y solicita información para poder distribuir oficialmente sus productos en Nicaragua, pero en su intento no recibe la contestación que esperaba.
“Ellos solo nos decían que iban a ver si nos podían vender y que iban a revisar. Al ver que la respuesta era bien ambigua, tomamos la decisión —pienso yo que audaz— de conseguir un boleto de avión para ir a un seminario que nos dimos cuenta que había en Dinamarca, y me fui con mi hijo llevando lista de los clientes que teníamos nosotros en el país usando los productos que ellos tenían”, recuerda Vallecillo, dicha experiencia la vive en 1994 y es así como consigue la primera representación de una empresa europea en la rama que ella quería perfilar su negocio.
INNOVACIÓN
Esta forma de actuar, según el ingeniero Reynaldo Valencia, hijo de Vallecillo y hoy gerente general de Productos El Sol, es la que siempre ha mantenido su madre y fue clave para levantar el negocio, que incluso los llevó a innovar durante la ampliación de sus servicios.
“En aquel tiempo una prueba microbiológica se tardaba hasta diez días en dar resultados y ella trajo métodos que daban respuesta a la industria en dos días o uno”, comenta Valencia.
En la actualidad Productos El Sol tiene más de 150 clientes en todo el país, dentro de los que destacan los de la industria alimenticia, también hay otra parte de la industria farmacéutica. Además de proveer equipos, la empresa brinda asesoría en control de calidad en los que brinda el servicio a mataderos, empresas lácteas, camaroneras, entre otras.
Vallecillo, quien ahora es la presidenta ejecutiva de la empresa, señala que Productos El Sol tiene capacidad de proporcionar los equipos adecuados para cubrir las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y que las empresas cumplan con los requisitos de Análisis de Peligros y de Puntos Críticos de Control (Haccp) para los productos de consumo humano, ya sea para el mercado interno o la exportación.
Según detalla, dentro de la asesoría que brindan a sus clientes los ayudan a cumplir con los requisitos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y de la Asociación Francesa de Normalización (Afnor) para el mercado europeo.
RETOS DE LAS EMPRESARIAS
En 25 años con su propio negocio, según Vallecillo, lo más difícil que se le ha presentado como emprendedora y empresaria ha sido el acceso a crédito, pues considera que solo en la actualidad es que se comienza a ver con normalidad a la mujer empresaria.
“Dentro del ámbito empresarial el crédito para la mujer no ha sido fácil y que sea una mujer la que está a cargo de una empresa también no es tan fácil. Ahora hay muchas más oportunidades, pero en la parte técnica sigue siendo algo medido”, señala en sus palabras.
Además, tanto Vallecillo como su hijo, afirman que otro aspecto con que se ha lidiado en los últimos años es la importación de los productos que ofertan, pues señalan que en especial para los químicos hace diez o cinco años eran menos los trámites, y que ahora consideran demasiado burocráticos.
“La complejidad se ha ido aumentando terriblemente y eso lo podemos ver en la parte de los permisos para introducir productos químicos, en los cuales intervienen el Ministerio de Salud y ahora el consejo de la presidencia ligado con el IPSA (Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria), llenar una gran cantidad de documentos”, argumenta Vallecillo.
Algo que también los ha golpeado y más en este año ha sido la afectación climática, afirma Valencia, por lo que lo consideran un reto. “En el segmento que nosotros estamos nos afecta mucho el problema ambiental porque estamos ligados con la agricultura, la ganadería, porque todos esos son suministros para la industria de alimentos de procesos”, sostiene.
Sin embargo, madre e hijo dicen que en 25 años y con diferentes situaciones adversas nunca han ni pensado en desmontar la empresa. Al contrario, para continuar creciendo afirman que seguirán buscando innovación, capacitándose en diferentes área y ajustando su negocio a la realidad según lo demanden las tecnologías.
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