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Monos congos y de otras especies han estado apareciendo muertos en Nicaragua y Costa Rica, sin que se sepa exactamente las causas que de momento se le atribuyen al cambio climático. LA PRENSA/ ARCHIVO.

También en Costa Rica hay alarma por muerte de monos

Monos congos y de otras especies, así como animales de todo tipo, aparecen muertos no solo en los bosques, sino en zonas urbanas a donde migran en busca de agua y alimentos

La sequía ha dejado sin aguas ni alimentos y expuestos a altas temperaturas a animales silvestres en el pacífico central y norte de Costa Rica, donde han ocurrido en las últimas semanas la muerte de al menos nueve monos congo y once ejemplares de otras especies como pizote y mapaches, como consecuencia de la deshidratación o enfermedades que se agravaron por la falta de comida e ingesta de agua.

Así lo explico el coordinador del Hospital de Especies Menores y Silvestres de la Escuela de Veterinaria de la estatal Universidad Nacional de Costa Rica (Hems-UNA), el médico veterinario Mauricio Jiménez, quien aclaró que si bien es cierto que los animales silvestres ya sufren los efectos del cambio climático en algunos lugares de la provincia de Guanacaste, las cifras de muertes en el contexto de esta crisis no son tan elevadas como extraoficialmente en Costa Rica especulan.

“No son casos de muertes porque tal vez los animales estén completamente deshidratado, con nada de agua en su cuerpo o algo así; sino que las consecuencias de esas deshidrataciones se van dando con el tiempo, empiezan a tener problemas en los riñones o muchas veces la falta de comida, altas temperaturas y falta de líquidos afectan el sistema inmune y algunas enfermedades de fondo que ellos tenían, toman fuerza y esas enfermedades son las que al final producen la muerte”, explicó Jiménez a LA PRENSA.

“Hay enfermedades de bacterias, parásitos, virus o algo así. Pueda ser que esos males hagan que al animal pueda morir de otras cosas activadas por la deshidratación. Hay muertes de animales con fallo renal, muchas veces viene de deshidratación, como ejemplo dos casos de animales recogidos en shock deshidratados, fueron atendidos y recuperados al momento, pero a los días fallecieron, esa afección apostaba mucho a la falta de ingestión de líquidos”, añadió.

Aparte de estas muertes reportadas en los últimos cuatro meses, en este hospital han atendido a unos 25 animales como monos perezosos, felinos, pizotes y mapaches, con enfermedades varias.

Los monos bebés son las víctimas más vulnerables a los efectos del cambio climático.
Los monos bebés son las víctimas más vulnerables a los efectos del cambio climático.

Los monos y otros animales más vulnerables a los efectos de la sequía son los de menor edad, viejos o madres en periodo de amamantar, según el doctor Jiménez.

LA PRENSA intentó obtener una información oficial en el Ministerio de Ambiente sobre lo que ocurre con los monos y otros animales silvestres en el pacífico, centro y norte de Costa Rica, pero durante dos días de gestiones no fue posible.

Una fuente dentro del Ministerio, informó que están precisando la información sobre lo que realmente ocurre y aclaró que la cifra de muertes no es elevada.

Además, dijo, no todas son por deshidratación y adelantó que como medida alternativa para frenar el problema, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación no contempla llevar alimento y bebederos de agua hasta los bosques donde habitan los animales, porque están prohibidos por ley para no afectar el modo de vida silvestre de los animales.

A los monos congo que aún habitan en zonas boscosas de Rivas los podrían estar matando por cacería, dice el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales. LA PRENSA/R. VILLARREAL
A los monos congo que aún habitan en zonas boscosas de Rivas los podrían estar matando por cacería, dice el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales. LA PRENSA/R. VILLARREAL

Larry Graziano, miembro fundador de la organización Salvemonos, integrada desde hace 11 años por un grupo de vecinos de Guanacaste preocupados por la disminución de la población de monos en esa provincia, explicó que este año han recibido reportes de pobladores sobre las muertes de al menos diez monos en un tercio del territorio de la zona, producto de la deshidratación.

No obstante, aclaró que la organización no gubernamental trabaja con el Ministerio de Ambiente para precisar información sobre el problema que ya encendió las alarmas en todo el país.

El Pacífico Central y Norte de Costa Rica presenta en esta época los meses más secos del año y con altas temperaturas, producto de la tala de bosques cerca de nacientes de agua y quemas que provocan la migración de los monos hacia otras zonas donde no pueden encontrar alimentos.

Durante estos días, sobre todo en Guanacaste, son escasos los árboles verdes con hojas de retoño, frutas y semillas con la que estos animales puedan alimentarse.

Muchos migran a otras zonas del bosque en busca de comidas y hasta en los pueblos, donde además de exponerse a la muerte por electrocución en tendidos eléctricos o accidentes viales cuando cruzan carreteras, son susceptibles al contagio de enfermedades que presentan los animales domésticos, según el doctor Jiménez.

Además de los efectos de la sequía, desde hace años los monos en Guanacaste mueren por accidentes viales o electrocutados en el tendido eléctrico.

Salvemonos ha colgado 600 puentes en una parte de la provincia en procura de un paso seguro.

Los puentes ayudan a muchos monos a evadir los cables eléctricos.
Los puentes ayudan a muchos monos a evadir los cables eléctricos.

Estadísticamente un puente salva cada semana a un mono de morir por estos accidentes, según Graziano.

“Más o menos nos llegan unos 40 monos huérfanos cada año que salvamos, los mandamos a un refugio en Nosara (Playa de Guanacaste), donde los crían hasta que son adultos y luego los devuelven en el bosque”, dijo Graziano, que estimó que un promedio de 100 monos mueren electrocutados en la zona.

La Fundación Albergue de Animales de Nosara, Guanacaste, coincide en que los efectos de la sequía están afectando principalmente a monos congo, una especie que este año ha sufrido más deshidratación y hambre producto de la disminución de lluvia en los últimos tres años.

Este año la Fundación ha atendido a 19 monos deshidratados, con síntomas como pérdida de peso y caída del pelo, principalmente en animales de este tipo que aún son bebé y otros de edad avanzada.

Por la falta de comida y agua las familias de monos se pelean entre sí arriba de un mismo árbol por la comida, según explicó al medio digital La Voz de Guanacaste, Brenda Bombard, directora de la fundación.

En el mes de febrero el albergue de Nosara atendió a cinco monos heridos productos de estas peleas, algunos con ataques en los ojos y la cara que a veces hacen imposible su regreso al hábitat natural.

Bombard explicó al medio digital, que normalmente si una familia de monos congo está en un árbol comiendo de él, la otra familia espera a que terminen y se vayan para ir a comer del mismo árbol, pero ahora “están tan desesperados que no esperan, las dos familias comen en un mismo árbol y ahí es cuando ocurren las peleas”.

La Fundación registra en la zona entre diciembre 2015 y marzo de este año, la muerte de 10 monos entre machos y hembras producto de ataques entre sí, incluida una bebé, entre otras atenciones por agresiones entre ellas y deshidratación que fueron atendidos y liberados en el bosque.

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