El Talibán anunció este martes 12 de abril el inicio de su ofensiva de primavera y prometió “ataques a gran escala” en el 15to año de su guerra contra el gobierno afgano, que es apoyado por Estados Unidos.
En correo electrónico enviado a medios de comunicación, los insurgentes explicaron que la campaña comenzó a las 5:00 de la mañana. La ofensiva recibió el nombre de “Operación Omari” en honor al fundador del grupo, el mulá Mohammad Omar, quien falleció hace tres años.
El Talibán agregó que en zonas bajo su control “serán establecidos mecanismos para una buena gobernanza para que nuestra gente pueda vivir una vida segura y normal”. Los insurgentes controlan varios distritos rurales y el año pasado tomaron Kunduz, una ciudad en el norte, y la mantuvieron durante tres años.
El Talibán agregó que en lo posible evitará matar a civiles o destruir infraestructura civil y que mantendrá un “diálogo con nuestros compatriotas en filas enemigas” para intentar convencerlos de unirse a la insurgencia.
Más de 11,000 civiles fallecieron o resultaron heridos en 2015, según la ONU.
El grupo radical atravesó un periodo de luchas internas cuando se dio a conocer la muerte del mulá Omar el verano pasado. El segundo del mulá Omar, mulá Ajtar Mansoor, dirigió en su nombre la insurgencia y fue electo como su sucesor por una pequeña camarilla entre la desconfianza de las tropas base.
Sin embargo, la disputa tuvo poco impacto en el campo de batalla y, en meses recientes, Mansoor ha consolidado poder.
El Talibán dijo que unos 20 combatientes con afiliación local al grupo Estado Islámico en la provincia oriental de Nagarhar juraron apoyo a Mansoor. Sería la primera ocasión en que milicianos del grupo radical se unen a los talibanes en la provincia.
Mientras tanto, el gobierno de Kabul ha trabajado con Estados Unidos, China y Pakistán para retomar las negociaciones de paz, pero al principio del año los insurgentes se negaron a participar en las conversaciones.
Se espera que la violencia se intensifique una vez que la cosecha de la amapola en las provincias del sur termine en las próximas semanas. La mayoría de la heroína del mundo se produce de la cosecha de amapola de Helmand, con un valor de hasta 3,000 millones de dólares al año, con la mayoría de las ganancias destinadas a financiar la insurgencia.