La policía fronteriza capturó la noche de este 13 de abril 39 cubanos y africanos que ingresaron de modo irregular a Costa Rica de modo irregular por Paso Canoas, frontera con Panamá, país desde donde más de 2 mil migrantes de la isla y extracontinentales, presionan para continuar su viaje a Estados Unidos.
Según el Ministerio de Seguridad Pública, los migrantes fueron detenidos cuando habían transitado en un autobús 5 kilómetros adentro de Costa Rica, y serán devueltos a Panamá, una vez que verifiquen su condición migratoria en el puesto policial de la fronteriza Ciudad Neyli.
La mayoría de los detenidos son africanos, según la policía. Esta captura ocurre horas después de que Costa Rica terminara, a las 6:30 de la noche de ayer, de devolver a 1,300 cubanos y extracontinentales que cruzaron a la fuerza por Paso Canoas, exigiendo apertura para cruzar por Centroamérica hacia Estados Unidos.
Los migrantes entraron durante la mañana de ayer, un día después de una fallida reunión regional que no encontró una solución para la salida de ellos; y llegaron caminando hasta Ciudad Neyli. Algunos de los migrantes crearon disturbios, hasta dañaron los vidrios de un vehículo y afectaron el tráfico vehicular.
Tras una reunión de emergencia en Casa Presidencial, encabezada por el presidente Luis Guillermo Solís, Costa Rica decidió regresar a Panamá a los migrantes y decidió blindar la frontera sur con más policías.
Debido a este incidente, Paso Canoas amaneció en un raro ambiente de “tensa calma”, aunque la Fuerza Pública informó que la situación está bajo control, “el orden y la seguridad reinan durante esta mañana” y aclaró que el regreso de los 1,300 migrantes ocurrió sin enfrentamientos o algún tipo de incidentes que provocara caos.
“Nuestras autoridades, encabezadas por el Ministro de Seguridad Pública, Gustavo Mata Vega, han actuado apegados de manera estricta al respeto de los derechos tanto de nacionales como de extranjeros que se encuentran en este puesto fronterizo del sur del país”, indicó el Ministerio de Seguridad, para aclara informaciones que indicaban cierta presión policial para devolver a los últimos migrantes de anoche.
El blindaje de la frontera con Panamá Costa Rica lo hace con 300 oficiales de la Fuerza Pública y de la Policía de Fronteras. “entre hombres y mujeres que garantizan el orden y la seguridad en este corredor fronterizo”, indicó el Ministerio de Seguridad.
El canciller, Manuel González, insistió en que Costa Rica no permitirá el ingreso de más cubanos porque no tiene capacidad de atenderlos en su territorio, dado quedarían nuevamente varados porque Nicaragua también mantiene cerrada sus fronteras para ellos.
Además, criticó la forma abrupta y provocando actos de vandalismo como lo hicieron los 1,300 de la mañana de ayer. Otra crítica del canciller, es a la Ley de Ajuste Cubano, porque a su juicio sirve de imán para que ellos emigren a Estados Unidos.
“Ellos son migrantes económicos que no representan problema de seguridad nacional de ningún país y que tienen una legítima aspiración de llegar a otro país donde ellos creen que se les darán mejor condición de vida (…), pero no se vale que las consecuencias de esa ley la tengamos que pagar los países que estamos en tránsito las consecuencias y dar servicios de alimentación reguardo, albergue y seguridad”, cuestionó esta mañana a la prensa local el canciller.
“La migración cubanos no se va detener y tampoco va dejar de existir la de extracontinentales (africanos y asiáticos). Tenemos que tomar acciones y no se pueden hacer solos. No siquiera países desarrollados como los europeos han podido resolver esta situación”, añadió el González.
