La estimulación temprana ayuda a desarrollar habilidades en los niños con discapacidad para mejorar su calidad de vida, según Karen Arellano, psicóloga del área de Educación Temprana del Instituto Médico Pedagógico Los Pipitos (IMPP) financiado por Fundación Teletón.
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Además señaló que la estimulación temprana se puede empezar desde que nace el niño, porque desde ese momento hasta los seis años es cuando el cerebro desarrolla toda su potencialidad.
“Las terapias se pueden desarrollar todas las habilidades posibles en el niño como habilidades motoras gruesas, la motricidad fina, el desarrollo del lenguaje, así como la parte de autonomía e independencia”, afirmó Arellano.
Además la especialista explicó que la habilidades motoras gruesas tienen que ver con todos los músculos grandes y se desarrollan al correr, caminar. En los niños pequeños al gatear o darse vuelta en la cama.
En cuanto a lo que tiene que ver con el coordinación de la motricidad fina son movimientos de agarre de las manos, se empieza con el agarre cilíndrico, luego el agarre triangular y por último el agarre en pinza.
“Nosotros (Los Pipitos) lo que le decimos a los padres es que la repetición es lo que garantiza el éxito para un aprendizaje óptimo”, dijo Arellano.
También sostuvo que algunas deficiencias como la intelectual se diagnostica hasta los seis años, pero desde antes se ven indicadores como: dificultades en asociación de colores y clasificación de objetos.
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“Las deficiencias no tienen curan, porque son algo que ya vienen con ello, como por ejemplo el niño que tuvo una asfixia durante el parto, convulsionó y tuvo como consecuencia una parálisis cerebral. La estimulación temprana le va a desarrollar al niño habilidades de independencia, autonomía, habilidades cognitivas. No es que va a curar su parálisis cerebral, pero si va a mejorar su calidad de vida”, finalizó Arellano.