Los 513 diputados brasileños que este domingo serán llamados a votar una moción de “impeachment” de la presidenta Dilma Rousseff tendrán apenas 10 segundos para explicar sus motivaciones ante un micrófono, y esperan estar a la altura del histórico momento.
Algunos aseguraban que improvisarían, en tanto que el diario local O Globo reportaba el sábado algunos discursos ensayados. Este domingo, una periodista de la agencia Afp observó a un legislador gesticulando en el estrado montado frente al escritorio donde se sienta el presidente de la Cámara.
“No pensé lo que voy a decir. Lo voy a decidir ahí, en ese momento. Tengo que tener la capacidad de interpretar el momento histórico que estamos viviendo y hablarle a Brasil durante diez segundos”, dijo Paulo Pimenta, diputado del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), que lucha por salvar a Rousseff.
“Lo que vale en ese momento tan breve son los valores del voto, qué es lo que significa desde el punto de vista histórico y de los valores democráticos durante ese espacio tan breve”, afirmó por su parte el diputado Mendonça Filho, líder del DEM (derecha), uno de los impulsores del frente pro “impeachment”.
“Es un voto para la historia y de mucha responsabilidad con mi país, un momento impar. Estoy pensando mucho lo que voy a decir”, resumió Carlos Sampaio, del PSDB (oposición), mientras corría literalmente por una sala del Congreso.
“Lo que ocurra hoy (domingo) dejará marcas muy profundas para la próxima generación”, resumió Pimenta con la mirada perdida en algún punto de fuga del edificio diseñado por el mítico arquitecto Oscar Niemeyer.
