De amplia trayectoria en el ámbito empresarial y reconocido como “un luchador” por la democracia en el país, Pedro José Gutiérrez Gavarrete es del criterio de que “el relevo es vital en los negocios como en la política,” por lo que está convencido de la urgencia de cambios en esos aspectos.
Exmiembro del Consejo Directivo del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), don “Pedro Jota” —como le conocen por la inicial de su segundo nombre— también presidió el Instituto Nicaragüense de Desarrollo (INDE), al tiempo que manejaba sus propios y múltiples negocios en los cuales ha involucrado a su esposa e hijos en la ciudad de Matagalpa, donde reside desde hace más de seis décadas.
Aunque ocasionalmente el Cosep le ha invitado a reuniones con el gabinete económico gubernamental, Gutiérrez dice que “ya no estoy involucrado en eso, estoy dándole oportunidades, yo creo que necesitamos relevos generacionales en estas cosas”.
Nacido en Managua en 1935 y miembro del Partido Conservador desde adolescente, dueño y socio en varias empresas, así como concesionario en otras, Gutiérrez llegó a vender en Matagalpa un promedio de 35 vehículos, aprovechando el traslado de estos desde Managua para transportar armas que luego entregaba a los guerrilleros antisomocistas.
“Siempre he sido conservador y a mucho orgullo… pero entré en la lucha que siempre tuvimos con mis hermanos y tíos, contra el somocismo, porque la corrupción en Nicaragua después de 1972 era increíble, luego se dio la muerte de Pedro Joaquín Chamorro, que era gran amigo mío, entonces yo apoyé al Frente”, recuerda.
Pero, posteriormente la casa de Gutiérrez en Matagalpa fue destruida totalmente cuando el Frente Sandinista decidió quemar el Registro Público que estaba contiguo, su familia fue afectada por confiscaciones y él fue apresado nueve veces durante el primer régimen de Daniel Ortega.
¿Con esos golpes cómo logró que sus negocios subsistieran?
Es que yo nunca perdí la fe ni las condiciones y ánimos para trabajar, yo me considero un peleador, yo no claudico fácilmente y cuando uno tiene sus derechos debe pelear por sus derechos, incluso en todos estos años de los ochenta estuve inmerso como dirigente del Partido Conservador y en muchas ocasiones a nivel empresarial y político me enfrenté al gobierno…
¿En sus empresas sigue involucrado de lleno o ya delegó en sus hijos?
Estoy todavía metido en ellos, pero sí he dado los pasos necesarios para el relevo, que es vital, así como en las empresas se tiene que hacer y sobre todo actualmente en la forma de hacer negocios, también se tiene que hacer en la parte política. No es posible que sigamos en esa cuestión de que los políticos nunca quieren apartarse y cuando están chupando la teta y están mandando creen que son eternos y eso no puede ser, eso nos ha causado mucho daño…
Ya no es la política que jugamos en los años ochenta, es otra; pero, me parece a mí que el Cosep, y esto lo he hablado con los principales directivos y con el presidente del Cosep: el Cosep tiene que imponer sus reglas de juego. No podemos, de ninguna manera, ser aliados incondicionales de un Gobierno que está pichando su propio juego, eso no es posible, incluso no podemos caer en algo que se ha hecho ya tradicional en Nicaragua que el que llega arriba no quiere bajar. Tiene que haber cambios y se debe jugar otro tipo de empresas, no podemos continuar en esta cuestión, es necesario un nuevo planteamiento y decirle al Gobierno ‘hasta aquí llegamos’. Aquí, para ser empresario, tenés que luchar contra un comercio que no juega las reglas del juego correctas, aquí la mayor parte del empresariado no paga los impuestos correspondientes, pagan lo que ellos dicen, porque pagan cuotas fijas y la lucha entre esa cosa es increíble. Yo estoy dentro del empresariado cumpliendo con las reglas, pero es una ingratitud que se siga haciendo esta cosa (…) A la empresa privada no se le apoya como debería. Tengo ahí un reparto de primera calidad, toda la gente ahí paga sus impuestos y todo, se hicieron las calles y todo lo que se hizo fue donado al gobierno municipal, sin embargo, tengo 20 años y esas calles no han sido reparadas de ninguna manera con el cuento de que no fueron entregadas oficialmente, lo cual es falso, porque fueron entregadas en tiempos del doctor (Gonzalo) Navarro Alonso…
Pero, ¿cuáles serían esas reglas que sugiere en la relación Cosep-Gobierno?
Que el Cosep debería de decirle al Gobierno: ‘un momentito, juguemos con las mismas reglas’, porque aquí no nos enredemos, el Gobierno y sus allegados están haciendo un capital increíble, hay millonarios de millonarios y no lo digo yo, lo dicen los expertos en la materia, aquí hay millonarios de verdad y la mayor parte ahora de los millonarios son allegados del Gobierno.
¿Quién se beneficia entonces de esa relación?
Lamento decirte esto, que es el Gobierno y son los allegados del Gobierno y aquellos oportunistas que están lucrándose de una situación que más bien después les puede estallar en la cara, porque el Gobierno se está metiendo en todo tipo de inversiones y no está dejando espacios para nadie.
¿Hacia dónde se debe apuntar entonces?
Debemos de ver cómo en Nicaragua se hace un alto en el camino… porque están en juego muchas cosas… el nicaragüense tiene que darse cuenta de que estas elecciones son vitales para Nicaragua (…)
¿Cree que existan condiciones para elecciones?
Ninguna, en absoluto no hay condiciones para ir a unas elecciones, pero va a haber, eso es lo grave, que habrá elecciones y sin condiciones, con una oposición desunida como el demonio, entonces qué nos espera, ¿vos crees que este pueblo va a aguantar tanta cosa, además de la pobreza y de toda la vaina?… el país no está, como dicen, en un lecho de rosas, eso es mentira…
Pero con ese panorama, ¿cuáles serían los desafíos tanto para el empresariado como para la población?
El empresariado y la ciudadanía en general debemos involucrarnos más en los asuntos que competen al país… y que los nicaragüenses pierdan el yoquepierdismo de que dice: ‘trabajo en este puesto, me gano esta plata y con esto vivo’, esa apatía que estás viendo a nivel nacional no puede continuar… aquí vivimos en un país muy rico pero con alto nivel de pobreza porque lo hemos empobrecido… hay que ver cómo hay un arreglo nacional, pero es urgente.
PLANO PERSONAL
Cuando tenía 20 años, Pedro J. Gutiérrez llegó a Matagalpa, donde se casó con Gladys Amador Kühl, con quien tuvo cuatro hijos.
Es dueño de Almacén Pedro J. Gutiérrez, dedicado a la venta de productos e implementos agrícolas y veterinarios, así como instrumentos musicales, deportivos, repuestos y otros productos misceláneos.
Es además concesionario de casas que venden y rentan vehículos, así como de una gasolinera; también es socio accionista de un banco y socio en una urbanizadora que tiene un residencial al este de la ciudad, la cual donó los terrenos para la construcción de la Escuela Normal José Martí en Las Tejas, al suroeste de Matagalpa.
Ha sido reconocido como Empresario del Año tanto por Cosep como por INDE y el gobierno municipal lo declaró Ciudadano Notable de Matagalpa. Durante el gobierno de doña Violeta Barrios de Chamorro fue parte de la Comisión de devoluciones de propiedades confiscadas.
Gutiérrez considera que la región norte “es la punta de lanza de la economía de este país”, pero lamenta que “los Gobiernos no le han atendido como se debería de atender”.
“Da tristeza que después de que desapareció el Banco Nacional de Desarrollo no ha habido manera de que vengan programas para que este país desarrolle la principal riqueza que es el agro y la ganadería. ¿Cómo es posible que en Nicaragua a un cafetalero, a un ganadero y al mismo comercio le den plata al 12, al 14 por ciento y te vas a comprar un vehículo te dan hasta el siete por ciento. ¿Cómo es posible eso? No tiene sentido, en un país que tiene que buscar cómo desarrollar, pero lamentablemente la banca es privada, no hay un banco de desarrollo que debería de operar en este país con programas que ayuden a desarrollar el agro que es nuestra principal fuente de riquezas, aquí deberían hacerse muchas fábricas agroindustriales para aprovechar nuestra materia prima”, sostiene.
