La deuda que se deriva de la cooperación de Venezuela “hasta ahora” y “en el momento inmediato” no representa un compromiso de deuda pública. Así respondió ayer el presidente del Banco Central de Nicaragua, Ovidio Reyes, al ser consultado sobre el potencial riesgo de que el Estado asuma dicha deuda, ahora que Caruna transfirió sus pasivos y activos a Albanisa, una sociedad mixta en donde la estatal Petróleos de Nicaragua (Petronic) es dueña del 49 por ciento de las acciones.
Desde que se contrató la cooperación con Venezuela en 2007, el gobierno ha sido tajante en afirmar que dicho acuerdo se basa sobre una relación entre privados y como tal así se ha manejado, sin ningún tipo de fiscalización, pero ayer Reyes, si bien mantuvo dicho discurso, su tono fue menos contundente.
“Hasta ahora esta deuda no representa ni esperamos que en el momento inmediato llegue a representar ninguna afectación al presupuesto ni a la deuda pública en general”, dijo Reyes sin referirse al futuro de la deuda en el mediano y largo plazo.
“El tema de la cooperación venezolana nosotros hemos explicado al Fondo Monetario Internacional, lo hemos hecho saber claro en nuestros informes de cooperación, ahí está toda la información, luego cualquier otra información relativa a la administración de esta deuda va a ocurrir o ocurre en el momento que se registra, así de simple”, dijo al ser preguntado sobre la certeza jurídica de que dicha deuda privada no se transforme en deuda pública.
La deuda de Venezuela, que según cifras oficiales supera los 3,200 millones de dólares desde 2007 hasta el año pasado, ha sido manejada por personas afines a la familia presidencial.
Una reducida proporción de dicha cooperación se destinó para financiar programas sociales, algunos de los cuales ya no son financiados con la cooperación sino que han sido transferidos al Presupuesto General de la República, como el bono salarial, programas productivos, subsidio de transporte colectivo y selectivo urbano, subsidio energético a los consumidores de 150 kilovatios, programas de calles para el pueblo, entre otros.
LA PREOCUPACIÓN DEL FMI
Sobre este tema, Gerardo Peraza, economista principal en la división de países latinos del Caribe del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, insistió ayer en la preocupación que tienen sobre el crecimiento de la deuda privada.
“Yo los remitiría de nuevo a revisar cuidadosamente el reporte del artículo IV de 2015. Nosotros hemos manifestado preocupación por el incremento de la deuda privada en general y hemos recomendado un monitoreo cercano del crecimiento de la deuda privada por razones de sostenibilidad, así que son temas que vamos a seguir discutiendo con las autoridades durante esta visita”, respondió.