Los habitantes de los barrios costeros del Distrito Cuatro, Domitila Lugo y Las Torres, recibirán la época lluviosa en niveles considerables de vulnerabilidad al estar propensos a derrumbes en varias de sus zonas.
En el caso del Domitila Lugo son cinco viviendas que tarde o temprano podrían ser tragadas por un cauce natural que acaba de ensancharse para revestirlo en una longitud de 117 metros.
La obra es necesaria, aseguró Mariela Casco, habitante del barrio que lleva el nombre de su tía asesinada en 1979, pero aclaró que fue una mala idea empezarla cuando se está a las puertas del inicio de la temporada lluviosa. Argumentó que además de que se atrasarán las labores con un aguacero, los pondrá en peligro porque el suelo del lugar es inestable y están asentados a la par del precipicio.
“Esperemos que terminen pronto, si les agarra la lluvia va a ser peligroso estar aquí”, admitió Casco, debido a que su hogar está en una de las zonas más altas en la franja del cauce.
El Domitila Lugo y Las Torres son catalogados puntos críticos categoría B -donde la vida de las personas no están en riesgo de muerte pero que la vulnerabilidad es alta.
Según la delegada Daysi Serrano, quien ayer realizó una visita en varios barrios en compañía de medios afines al Gobierno, existen 175 familias con algún tipo de amenaza en su Distrito.
LOS VECINOS DEL LAGO ESTÁN EXPUESTOS
Aunque el peligro varía, casi todas las viviendas del barrio Las Torres que fueron construidas del lado del Lago Xolotlán peligran de derrumbes. En un recorrido hecho por LA PRENSA se constató que las partes traseras de las casas podrían caer.
Edwin Mendoza, quien tiene 28 años de vivir en Las Torres, dijo que el problema se originó con el paso del Huracán Mitch, en 1998. Antes que el fenómeno causara desastres en el país todo el caserío levantado en la franja del lago estaba a salvo, pero la situación cambió cuando las aguas del Xolotlán casi llegaron a entrar a las moradas al crecer de forma exagerada.
Pese a que no inundaron las casas las aguas debilitaron el suelo y a partir de ese momento empezaron derrumbes progresivos, al punto que los patios han ido disminuyendo con el paso de los años.
Por eso, con cada aguacero los secretarios políticos de Las Torres preguntan casa por casa si todos están bien, si las viviendas no sufrieron algún derrumbe considerable.
Este lunes 25 de abril autoridades de la Alcaldía, Defensa Civil del Ejército de Nicaragua y el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), empezaron una jornada de actualización de los puntos críticos en la capital. Consisten en ir a los lugares para evaluar el tipo de vulnerabilidad, antes que el periodo lluvioso inicie.
NECESIDAD DE MICROPRESA
En el caso del Distrito Seis existen varias zonas pobladas que están amenazadas por las escorrentías que bajan de la parte alta. Javier Prado, delegado del Distrito Seis, explicó que en Monte Fresco y Santa Elena hay más de 200 familias en riesgo por el cauce El Borbollón.
Luego de las primeras lluvias que devastaron Managua el año pasado (en la primera quincena de junio) la comuna capitalina destacó que la salida al problema es construir una micropresa para disminuir las velocidades. Aunque urge, para este año no se presupuestó para construir la obras que bajaría la velocidad del agua que drena de la parte sur del municipio.
175
familias que viven en alguna parte del Distrito Cuatro de Managua son vulnerables en la época lluviosa. La Alcaldía ejecuta obras para disminuir el problema o en el caso extremo evacua las personas.