Conocida como La ciudad de las flores, Masaya también es reconocida por ser la cuna de artesanos humildes y trabajadores que día a día laboran en madera, cuero, barro, telas y piedras dando forma a magníficos artículos que son admirados tanto por clientes nacionales como extranjeros.
El trabajo que realizan los artesanos es el principal eje que mueve la economía de ese departamento, rico en cultura.
Aproximadamente 28 mil artesanos se encuentran en la ciudad de Masaya, de los cuales unos 9 mil se dedican a trabajar la cerámica, explica Silvia Torres, presidenta del Grupo Raíces, una asociación de artesanos.
“De cada tres viviendas en una de ellas hay un artesano que trabaja algún determinado producto”, detalla Torres.
Son pequeños talleres familiares que además dan empleos a un promedio de cuatro a cinco personas, de manera indirecta y unas tres temporales. Sin embargo, hay talleres que han crecido al punto que su fuerza laboral pueden andar rondando entre 15 y 40 personas, indicó.
Torres explica que el 78 por ciento de la economía de la ciudad de Masaya es originada gracias al trabajo de los artesanos.
La calidad en el trabajo que hacen ha permitido mucho reconocimiento a nivel nacional y en el exterior. Tal es el caso de Pedro Guerrero, de San Juan de Oriente, quien tiene 28 años de trabajar la cerámica y gracias a esto ha visitado países como Irán, México, Colombia, Dinamarca, las Islas Canarias e Italia.