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Julio César Castillo Ortiz

Descubre el poder ilimitado en tu interior

Durante 45 años tuve una vida alejada de nuestro Padre Celestial, donde no conocía su amor ni su presencia. Una vida en la cual abundaban los vicios, las fiestas y el desenfreno. El orgullo y la soberbia se alimentaban en mí, gracias al poder económico, social y político que viví en aquellos años. Pero después de permanecer en la oscuridad del mundo, Jesús salió del redil que pastoreaba y fue en busca de su oveja, aquella que se le escapó para disfrutar de otros pastos.

Jesús me encontró, me cargó entre sus brazos, me llenó de su amor y me llevó hasta su rebaño. Desde ese momento me di cuenta que no existe otro lugar más seguro y pleno que el lugar de su presencia. Lo primero que hizo fue darme amor, luego me mostró todas mis equivocaciones y me ofreció su perdón. Desde ese día nunca volví a ser el mismo.

Lo que desconocía es que Él me otorgó un poder ilimitado en mi interior. Pues no podía explicar cómo fue posible que dejara de tomar alcohol y frecuentar todos aquellos lugares que me sumergían en un mundo oscuro y sucio; e inexplicablemente comencé a disfrutar de la oración, la lectura bíblica y de todos los temas que se referían a su amor.

Sin embargo, el poder que tiene el cristiano en su interior tiene una explicación. Ahora entiendo por qué seguir a Jesús trae vida plena y en abundancia. Él mismo lo reveló con detalle a sus discípulos: “Si me aman, obedezcan mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre, y Él les dará otro abogado defensor, quien estará con ustedes para siempre. Me refiero al Espíritu Santo, quien guía a toda la verdad”. Juan 14: 15-17.

El espíritu de Cristo es la presencia poderosa que alberga dentro del cristiano. Fue gracias al espíritu de Dios en mí que pude cambiar el transcurso de mi vida. El Espíritu Santo es defensor del creyente, alienta, protege y guía en los momentos difíciles. No puede existir otra explicación, el poder, el gozo y la fuerza del cristiano no es conocimiento, dinero o posición social. Nuestro poder radica en la presencia viva de Dios en nuestras vidas.

Los creyentes en Jesús no podemos poner en tela de duda la presencia real de su Espíritu Santo, mucho menos aceptar la incredulidad de sus milagros. ¿Cómo explicar los milagros que se dan en los hospitales después de una oración?, ¿cómo entender la reconciliación de un matrimonio? Solo el poder de Dios puede hacer lo que para el humano es imposible.

“Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores”. Juan 14:12. Jesucristo dijo estas palabras después que había sanado enfermos, liberado a endemoniados y revivido a Lázaro. Con su espíritu en nuestro interior podemos salir victoriosos de cualquier adversidad y perdonar la herida más grave que nos hayan provocado.

Crea en la presencia real de su Espíritu Santo y recibirá las proezas de Dios en su vida. Note en mi testimonio, pues aunque no soy todavía lo que quiero ser, ni soy lo que debo ser, es seguro que no soy lo que antes fui. Y no olvide leer las Santas Escrituras para conocer más del Padre, vivir una comunión más íntima con el Hijo y tener una total dependencia de su Espíritu Santo.

El autor es Presidente Asociación Cristiana Jesús está Vivo

Opinión cristianismo Espíritu Santo Jesucristo archivo
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