Los comerciantes de mariscos en el municipio de Diriamba, Carazo, aseguran que el pescado está escaso y que por esa razón tienen que venderlo un poco más caro. Argumentaron que después de Semana Santa, los precios incrementaron y que se están abasteciendo de los balnearios de Casares y Masachapa.
Doña Rebeca Gutiérrez, vendedora de mariscos en el mercado municipal, dice que los pescadores le han comentado que por pescar con bombas y con las lluvias el pescado se ha alejado.
Manifestó que ella se abastece día por medio con 120 libras, pero que a veces solo trabaja con 40 libras. La macarela, el pargo rojo y el atún, son los que Gutiérrez vende.
Óscar Rodríguez, otro vendedor de mariscos, refirió que debido a las fuertes temperaturas, el pescado se esconde y que por esa razón ellos tienen que estar vendiendo un poco más caro.
“Se han bajado un poco las ventas, el urel, la charbasquita, cabeza para sopa es lo que está consumiendo la gente”, dijo Rodríguez.
Mario Baltodano, acopiador de Casares, aseguró que en su caso está recibiendo bastante marisco y que todo se está moviendo con normalidad.
El pargo, pescado blanco, pargón y urel dijo que son los que más están saliendo y que el dorado es que el que menos se ve, porque estos buscan aguas más profundas.
PRODUCCIÓN HA DISMINUIDO
Adaluz García, acopiadora de mariscos en Casares, confirmó vía telefónica que la pesca está mala y que los pescadores le han informado que el problema obedece a las fuertes corrientes que se generan mar adentro.
Expresó que el pargón y el urel son las especies que más están saliendo, pero no son de mucha demanda para la exportación.
Indicó que hace como dos meses se agudizó la situación, pero que desde semana santa no hay muchos pescados.
Comentó que trabajan con los camiones exportadores todos los días y que en una buena temporada antes vendía hasta 700 libras y que ahora, no llega a veces ni a las 100.