Los pobladores del barrio Anexo San Miguel, Boaco, siguen a la espera del pozo y el tanque de agua que resolvería sus problemas de abastecimiento. Dichos proyectos fueron prometidos por dirigentes políticos luego que presionaron los habitantes de ese sector.
De acuerdo con Rodrigo García, coordinador del comité de agua del barrio, el problema de abastecimiento existe desde que se construyó la represa El Diamante, puesto que los pobladores de esta zona se abastecían directamente del río.
“Nosotros creímos que esa presa nos iba a beneficiar, pero no fue así, porque al final el agua que sale de la presa está contaminada (…) Desde el 2014 nos prometieron que iban a resolver estos problemas y muchas veces nos han prometido lo mismo, pero ya tenemos armado el comité para ir a Managua a plantarnos a la Asamblea o la sucursal central de Enacal para que nos den respuesta”, aseguró García.
Luis Alberto Mendoza, secretario político del barrio, aseguró en ocasiones anteriores, que se estaban haciendo las gestiones correspondientes para que un grupo de expertos realizara los estudios de factibilidad para perforar un pozo y construir un tanque que llevaría el agua a cada vivienda, pero ha pasado un mes y los expertos aún no aparecen.
LUCHA INTERMINABLE
De acuerdo con María Ernestina López, tienen que levantarse en la madrugada para hacer fila y llenar cuatro baldes de agua. “A veces la cortan (agua) temprano y un montón de gente se queda sin agua los pobrecitos”, agregó.
En el barrio Anexo San Miguel viven unas 135 familias, las cuales son abastecidas por tres puestos de agua (uno por cada sector), los cuales fueron entregados luego de una huelga de 15 días que los pobladores realizaron frente a Enacal.
Los pobladores de este sector se ven obligados a cavar pequeños pozos en la cuenca seca del río Fonseca para extraer un poco de agua.