La sequía que ha afectado a Nicaragua por más de 30 meses y que ha provocado una disminución en las aguas del Cocibolca, también ha dejado al descubierto varios petroglifos en Ometepe, en un sector al sur de la isla conocido como Punta La Tijereta.
Una parte de estos petroglifos fueron vistos en 2013 por el diputado Pedro Joaquín Chamorro Barrios y el ecólogo Jaime Incer Barquero, sin embargo, con el retiro de las aguas del Cocibolca, más piezas han emergido.
Según el arqueólogo Rigoberto Navarro Genie, director del centro Éveha Nicaragua, “es extraordinario que esa pieza esté emergiendo del agua, porque en Ometepe el agua se ha retirado unos 200 metros en algunos lados como en Moyogalpa y Esquipulas. Sin embargo donde están estos petroglifos, ese retiro del agua no se ve, porque es la zona más profunda del lago y el hecho de que estén emergiendo ahí, significa que se hicieron en un momento en que el nivel dejaba aflorar esa roca para que la gente la trabajara”.
Sobre las piezas emergidas, Navarro Genie afirmó que estas pertenecen al arte rupestre (dibujo prehistórico hecho en piedra) y reflejan figuras como: un lagarto, figuras humanas danzantes porque tiene cierta forma de movimiento, también hay máscaras porque “cuando solamente hay caras le llamamos máscaras porque no tienen cuerpo, pero no son solo cabezas sino que tienen decoración en la cabeza, un penacho o tocado de plumas”.
Estos petroglifos, por estar sumergidos no han sido objeto de estudio, sin embargo, Navarro Genie los ubica en el periodo comprendido entre el 200 antes de Cristo y el 900 después de Cristo.
En esa época, aseguró el arqueólogo, vivían en la isla de Ometepe poblaciones pre chorotegas y chorotegas.
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Según Chamorro Barrios, el lugar donde se encuentran los petroglifos es una zona de difícil acceso y solo son visibles desde el agua.
Sobre la ubicación, Navarro Genie explicó que estas piezas, los indígenas las hacían “en lugares recónditos porque estaba relacionado con una ritualidad a una deidad, entonces no estaban diseñados para que los hombres lo vieran sino para entrar en contacto con la naturaleza y los dioses”.
URGE REGISTRO E INVENTARIO
El surgimiento de petroglifos en la zona de La Tijereta en Ometepe, ha evidenciado la necesidad que existe de realizar un registro y un inventario de estas piezas precolombinas que hasta ahora eran desconocidas.
“Se hace necesario un inventario completo del lugar en el cual se estima un total que podría estar entre 80 y 100 motivos grabados”, afirmó el arqueólogo Rigoberto Navarro Genie.
Según Navarro “el estudio del arte rupestre del lugar podría servir para interpretar la antigua función social del sitio y su entorno. Además, es la oportunidad para aplicar algunas técnicas nuevas de documentación de arte rupestre”.