El ajedrez es un juego rodeado de leyendas, tan viejo que ha sido modificado muchas veces y se dice que puede ayudar a las personas con alzheimer a mantener su memoria. Le contamos algunas curiosidades de este juego.
1. Persa. La combinación de palabras “jaque mate” proviene del persa o farsi “shah mat” y significa “el rey está atrapado” o “el rey no tiene escapatoria”.
2. India. Se cree que el origen del ajedrez tuvo lugar en la India en el siglo V y podían participar cuatro personas. Su modificación definitiva ocurrió en Europa a lo largo del siglo XV.
3. Diferente. En su origen el juego no tenía peones, caballos, alfiles y demás figuritas modernas; estaba compuesto por infantería, caballería, elefantes y carros de combate.
4. Largo. La partida más larga en campeonato ocurrió en 1989, en Belgrado. Los jugadores Nikolic y Arsovic batallaron por 20 horas y 15 minutos y terminaron en empate.
5. Trampa. En el tornero de ajedrez de Dubai 2015, el gran maestro georgiano Gaioz Nigalidze pidió ir al baño en momentos claves y siempre iba al mismo retrete. Se descubrió que tenía un smartphone con un software de análisis de jugadas y lo expulsaron.
6. Cura. Se considera una actividad que ayuda a combatir enfermedades como el alzheimer y en muchas escuelas se usa para mejorar la concentración de los niños.
7. Elefante. El alfil simboliza a un oficial de rango medio. En algunas culturas se le conoce como el obispo, pero su nombre original hace referencia a un elefante.
8. Antigüedad. Las piezas más viejas de ajedrez se encontraron en Escocia en el siglo XII. En la película Harry Potter y la Piedra Filosofal, usaron de inspiración esas piezas para crear su ajedrez mágico.
9. Programa. El primer programa de ajedrez para computadora fue creado por Alan Turing en 1951, sin embargo, ninguna computadora podía usarlo y él mismo hacía los cálculos para jugar.
10. Leyendas. Algunas leyendas dicen que el inventor del ajedrez pidió una moneda de oro por la primera casilla del tablero y duplicaba la cantidad por cada casilla, hasta llegar a la número 64. Al final el rey, al que hizo la solicitud, se dio cuenta que eran más de 18 trillones de monedas que debía darle, cifra que se hizo imposible de pagar.