“Cada uno habla de la feria según como le va en ella”, dice un refrán español que se refleja con toda claridad en las más recientes cifras que se han publicado en estudios como el Informe de Coyuntura de Funides o la encuesta de empresas que realizó el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) en 2015 o la encuesta de M&R Consultores de abril.
Los datos, a como yo los veo, reflejan dos realidades. Por ejemplo, la encuesta a empresarios que presenta la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), realizada en abril, refleja que el ánimo empresarial está mejor que nunca.
El 77 por ciento de los encuestados dice que el clima de inversión en Nicaragua es favorable y solo el 3 por ciento no lo ve así.
Sin embargo, Funides también realiza una encuesta a consumidores y el 27 por ciento de estos considera que su poder de compra es hoy mayor que el del año pasado, mientras un 44 por ciento considera que su poder de compra es menor. Pero las diferencias no se detienen ahí. Si vemos las tendencias, en lo que se refiere a los consumidores, aunque hoy son más los que sienten que su poder ha disminuido cuando lo consideran con el año pasado, podemos ver que desde el 2011 ese porcentaje (el negativo) ha oscilado entre un 32 por ciento en su mejor momento a un 46 por ciento. Mientras que si vemos la tendencia de los empresarios, van desde un setenta por ciento que consideraba el clima de inversión desfavorable en 2008 hasta un 77 por ciento que lo considera favorable en abril de 2016. El vuelco entre los empresarios ha sido espectacular.
Pero para el propósito de responder a la pregunta de que si Nicaragua avanza o retrocede creo que es útil ver otros datos.
Antes de continuar debo aclarar que estoy haciendo esta reflexión porque estamos a menos de seis meses de una elección presidencial y no debemos perder de vista que el régimen actual ha estado en el poder durante los últimos diez años. ¿Qué efecto han tenido las políticas económicas del régimen orteguista en los nicaragüenses?
Constantemente escuchamos alabanzas a la responsabilidad macroeconómica que ha tenido el gobierno y a su efectiva política de consenso con el sector privado, lo que, nos dicen, ha permitido que el país crezca económicamente y —debemos creer— eso redunda en beneficio de todos. Esto cobra mayor sentido si creemos que estamos siendo gobernados por un régimen “cristiano, socialista y solidario”. Es más, hay quienes nos dicen que con solo circular por Managua se puede ver el empuje económico.
Pero, ¿es así? Ya con la encuesta de Funides nos damos cuenta que “la feria” del refrán ha resultado mejor para los empresarios que para los consumidores (que somos todos).
Pero, ¿a todos los empresarios les está yendo igual de bien? En la encuesta de empresas que realizó Cosep en 2015 se les pregunta a los empresarios sobre la evolución de las ventas en los últimos dos años, período en que la economía del país ha crecido más del 4 por ciento. Cuando la respuesta se divide por tamaño de empresas revela que mientras las grandes dicen que sus ventas se han incrementado (ya sea levemente o fuertemente) en un setenta por ciento, las empresas medianas dicen que sus ventas se han mantenido o han disminuido leve o fuertemente en un cincuenta por ciento; las pequeñas en un 61 por ciento y las micro en un 69 por ciento.
Es evidente que, a pesar que el gobierno y los organismos internacionales aseguran que en los últimos años la economía ha crecido a un ritmo promedio del 4.5 por ciento, el beneficio de la política de consenso se ha concentrado en las empresas más grandes, mientras que las medianas, pequeñas y micro que son la inmensa mayoría simplemente se han mantenido, no han recibido mayores beneficios.
Y si nos referimos a los consumidores, que somos todos, pues el crecimiento económico no se ha reflejado en su poder de compra. Esto se refuerza en los resultados de la encuesta de abril de M&R Consultores que revelan que el 65.7 por ciento de los encuestados sigue diciendo que su principal problema es económico (ya sea empleo o costo de la vida). Y eso tomando en cuenta que esta encuesta dice que el 53 por ciento tiene simpatía por el partido en el gobierno.
Pero en fin, después de diez años de gobierno de Daniel Ortega, ¿Nicaragua avanza o retrocede económicamente?
Como las encuestas dicen una cosa y los que circulan por Managua ven otra, y como “cada uno habla de la feria según le va en ella”, pues cada uno puede responderse esa pregunta.
Twitter: @guayoperiodista
