Después de un mes de abril en el que lució casi invulnerable, Erasmo Ramírez nos ha mostrado su lado humano en mayo.
En el mes inicial de campaña, Erasmo no solo desplegó un dominio exuberante, sino que mostró también un gran equilibrio para salir a flote en medio de situaciones que ahogan a los demás. Fue enérgico y sereno.
Acumuló 4-1 y 1.29. En 21 innings, toleró 14 hits y tres carreras limpias, mientras “fusilaba” a 16 y concedía una base. El entusiasmo en Tampa fue enorme y el mánager Kevin Cash lo llamó su jugador más valioso.
En mayo, la historia ha sido distinta. Ha permitido carrera en sus últimas cinco salidas, algo inusual en un tirador que siempre sacó el out grande en el partido y para quien estar en situaciones de alta tensión, parecía su hábitat.
Hasta ahora tiene 2-1 y 3.94 en mayo. En 16 innings durante este mes, ha cedido 14 hits, con siete carreras limpias, poncha a 12 y concede cinco bases. Para decirlo de alguna manera, ha dejado de ser el tiro seguro.
En la temporada, Ramírez ha actuado en 19 juegos, con 37 innings acumulados, 28 hits, 10 anotaciones limpias, cinco jonrones, 28 ponches y seis bases. Sus cifras son muy respetables, pero ha bajado su nivel de dominio.
Erasmo no ha sido sobretrabajado, pero considerando estrictamente las situaciones en las que lanza, hay que tener en cuenta que el desgaste físico y mental es mayor. Solo lo traen cuando Tampa tiene la soga al cuello.
En la mayoría de veces ha escapado ileso, pero en sus últimas intervenciones ha sufrido en extremo y su dominio ha disminuido. Pero ya volverá por sus fueros, porque tiene con que.