Tres impactos con una escopeta propinó un marino guardacostas costarricense al nicaragüense Larry Albert Hally, de 23 años, a eso de las 5:00 a.m. del sábado. El féretro de Hally arribó a las 11: 00 p.m. del martes y fue sepultado a las 3:00 p.m. de ayer en su natal El Realejo. Más de un mil dólares fue el costo para repatriar el cadáver del chinandegano.
Lo que el oficial del servicio de guardacostas en la provincia de Guanacaste alegó ante el Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica es que Hally le había robado su salario.
Según los reportes periodísticos, el hecho ocurrió en Los Anonos Escazú, salida oeste de la capital tica.
Según el reporte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), ninguno de los hombres involucrados tenía antecedentes judiciales de ningún tipo.
Héctor Hally, quien viajó el lunes para traer el cadáver de su hermano menor, conoció que previo a la muerte de este hubo una trifulca con el marino y Hally le propinó varios golpes.
“El soldado guardacostas corrió a la calle de abajo a traer la escopeta y regresó a la calle arriba, donde vivía mi hermano, que estaba sentado en las gradas a la par de la casa donde vivía y ahí recibió los disparos, lo mató a sangre fría, como a un chavalito tierno, no es de esa manera que un soldado, un guardacostas captura supuestamente a un delincuente, mi hermano no era un delincuente”, recalcó el familiar.
En octubre de 2013 Hally, de oficio pescador, nadó por cinco horas frente a Corinto al explotar el bidón del combustible y volcarse la lancha La Tigra, en la que pescaba junto con otros tres compañeros.
Tras la explosión les ató a los bidones para que no se ahogaran y muy herido salió a la costa en busca de ayuda. Hally en esa ocasión sufrió quemaduras de segundo y tercer grado.