Bidkar Estrada es administrador de empresas. Le trabajó a una institución del Estado, pero como lo despidieron se dedicó a vender ropa usada en diferentes municipios.
Y aunque esta semana prefirió quedarse en una acera del mercado viejo de Jinotepe, casi al frente de Enacal, fue desalojado.
Agregó que fueron unos inspectores de la Intendencia que llegaron y que le dijeron que tenían órdenes superiores de sacarlo, pero que podía gestionar un permiso en la Alcaldía para vender en ese lugar.
Estrada manifestó que en su primer día de trabajo pagó diez córdobas de impuesto a la comuna, pero al día siguiente, cuando extendía la ropa en el suelo, fue visitado por los supervisores.
Alegó que mucha gente está vendiendo en las aceras y andenes de casas aledañas al centro de compras y que nadie les dice nada.
“Yo antes de llegar ahí le pregunté a varias personas conocidas cómo hacían para vender y me dijeron que solo llegan, se tienden y les cobran su piso sin necesidad de sacar un permiso”, dijo este comerciante jinotepino.
Sobre este caso LA PRENSA buscó la versión de María José Medrano, intendente del mercado, pero no se encontraba en su oficina y vía telefónica comunicó que por el crecimiento de nuevos comerciantes ya no existen espacios disponibles.
Señaló que no están otorgando permisos a personas que pretenden vender sobre las aceras, porque es prohibido, y que todo aquel que desee vender de forma ambulante en las calles puede hacerlo sin ningún problema, pero de manera ordenada.
¿Y CUÁNDO EL TRASLADO?
El nuevo mercado de Jinotepe, Carazo, sigue vacío. El ansiado traslado de comerciantes que se han “tragado” el centro de la ciudad no termina de concretarse pese a la demanda de pobladores que han quedado presos de tanto desorden.
El nuevo mercado también se ha ido deteriorando por la falta de uso y las autoridades municipales no informan cuándo se realizará el traslado de comerciantes.
El nuevo mercado de Jinotepe se construyó en agosto de 2015 y tuvo una inversión de más de setenta millones de córdobas.