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Ritual contra el grisi siknis en Raití. LA PRENSA/Oscar Navarrete.

Ritual contra el grisi siknis en Raití. LA PRENSA/Oscar Navarrete.

Grisi siknis, la maldición miskita

La misteriosa enfermedad que por siglos ha atormentado únicamente a las lejanas regiones del Caribe de Nicaragua ha pisado León, la segunda ciudad más grande del país. Descubra qué es el grisi siknis de la voz de quienes lo han vivido.

El jinete negro está en el pueblo, pero su cara es irreconocible. Su capucha oscura le sumerge el rostro en penumbra. Con una mano guía a su caballo y con otra extiende una copa llena de un líquido rojo. Un vaso de sangre. El pacto es simple: quien no beba morirá. Aprisa, el hombre hace la nefasta ofrenda a las pueblerinas más jóvenes. Niñas de 15 años o mujeres de 18. Pero si un hombre se interpone en su camino, también será asesinado.

Quienes ven la escena tratan de huir a como pueden pero cinco hombres sujetan con todas sus fuerzas a cada uno para evitar que salgan corriendo. Los quintetos guardianes, desde luego, no ven al mortífero jinete. Solo lo observan quienes sufren grisi siknis o “crazy sickness” (enfermedad de la locura, aunque su nombre en miskito es “pauka”), un malestar mental que afecta principalmente a la cultura indígena miskita, de la cual se tienen registros desde hace más de 100 años pero cuyas raíces son un misterio y cuyo único tratamiento efectivo es por lo menos esotérico.

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Durante su estado de trance, si los enfermos más valientes logran liberarse, a pesar de sus párpados fuertemente cerrados, correrán por doquier blandiendo palos o machetes contra el jinete, su opresor imaginario, y los enfermos también se imaginarán a sí mismos yendo a caballo. Los sanos —según afirma el investigador y escritor miskito, Avelino Cox Molina—, buscarán refugio bajo sus casas costeñas levantadas sobre los pilares de madera que las protege de los suampos: “La única salvación para las personas que están bien es meterse debajo del tambo porque los enfermos nunca han entrado debajo porque creen que andan jineteando”.

Hasta hace dos semanas, el grisi siknis no había abandonado la costa del Caribe nicaragüense, donde habita la gran mayoría de la población miskita del país. Sin embargo, el pasado miércoles 25 de mayo, en el internado de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) de León, siete casos fueron identificados como propios de la enfermedad. Los siete detectados en indígenas que estudian lejos de sus comunidades.

Los pueblerinos que huyen de sus vecinos en trance se refugian debajo de las casas, pues los atacantes piensan que andan a caballo y no pueden dañarlos bajo los tambos. LA PRENSA/Oscar Navarrete.
Los pueblerinos que huyen de sus vecinos en trance se refugian debajo de las casas, pues los atacantes piensan que andan a caballo y no pueden dañarlos bajo los tambos. LA PRENSA/Oscar Navarrete.
¿QUÉ ES EL GRISI SIKNIS?

Es la pregunta del millón. Existen varias teorías y en Nicaragua ni siquiera hay estudios médicos oficiales públicos acerca del tema, pero lo que nadie puede refutar es que se trata de un padecimiento raro. Para comenzar, pareciera ser exclusivo de una cultura, la miskita; aunque hay quienes sostienen que a lo largo de la historia se han reportado casos en indígenas mayangnas y hasta en habitantes mestizos o provenientes del Pacífico.

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Serafina Espinoza, directora miskita del Instituto de Medicina Tradicional y Desarrollo Comunitario (Imtradec), con varias décadas de experiencia en el estudio y tratamiento de la enfermedad, considera: “El grisi siknis es un desequilibrio de la salud que pasa por un proceso traumático para la persona afectada y su familia. Y tiene un origen relacionado con la espiritualidad…” Antes de seguir hablando, Espinoza hace un paréntesis para pedir respeto por sus creencias y las de su comunidad. Luego continúa:

“Son manifestaciones de origen paranormal. Se caracterizan principalmente por afectar la mente de la persona, los enfermos pierden la conciencia. La persona no está en su sano juicio y puede desconocer a sus allegados y familiares. Es parte del sistema de creencias y prácticas tradicionales indígenas y es provocado por una persona. Nunca va a surgir de la nada. Los miskitos no lo llaman brujo o hechicero sino ‘el tipo que hace el mal’. Alguien lo provoca para causarle daño a otro y luego se dan los brotes. Si la persona afectada menciona el nombre de otra persona, esta adquiere grisi siknis”.

¿Lo adquiere incluso si está sana en su casa, lejos de la persona que está en trance?
Sí. Aunque esté en otra casa, si mencionan su nombre, tiene grisi siknis.

Puede sonar como un disparate, pero el escritor Avelino Cox Molina, el antropólogo experto en indígenas nicaragüenses, Víctor del Cid, y el sociólogo miskito, César Paiz, corroboran que esa es la creencia de todos en la zona: quien tiene grisi siknis contagia a otra persona con la simple mención de su nombre cuando lo pronuncia en medio del trance.

Según la investigación Algo anda mal: Bla o Wakni en el Río Coco, publicada en 2006 por la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (Uraccan), que reúne entrevistas con personas que padecieron grisi siknis y datos recogidos durante brotes, los síntomas son: fuertes dolores de cabeza, convulsiones, fiebres, inflamación en el estómago, pérdida de conocimiento, agresividad, insensibilidad física (no sienten cuando se golpean) y visiones.

SIKNIS-INFO

 

El origen

Tanto Serafina Espinoza como Víctor del Cid y César Paiz consideran que el grisi siknis es mucho más antiguo de lo que apuntan los primeros registros. Oficialmente, cuando la Iglesia morava se desarrollaba en el Caribe norte nicaragüense, ocurrió lo que los religiosos denominaron: “The Great Awakening” (El Gran Despertar) entre la población miskita. Pero las descripciones eran igual a un caso múltiple de grisi siknis.

Además, en 1862, el etnógrafo inglés, Charles Napier Bell, publicó un estudio que describía los mismos tipos de ataques y su curación mediante medicina tradicional en la misma región.

Durante las visiones o trances, que duran entre 10 y 20 minutos generalmente y que no llegan a superar la media hora, según la publicación Algo anda mal, a veces los enfermos ven a un jinete de negro sobre un caballo ensangrentado que va con una copa de sangre y quiere que se la beban o los amenaza de muerte; o bien cabalga con una espada y quiere tener relaciones sexuales con quienes lo vislumbran. En ocasiones también pueden ver a una mujer a caballo y otras veces no hay jinete pero sí un duende que avanza con designios similares.

El antropólogo Del Cid recuerda que hay al menos cuatro miradas distintas al grisi siknis. Para los médicos tradicionalistas espirituales —los únicos que logran apaciguar la enfermedad—, se trata de “una ruptura en el equilibrio espiritual, en la normalidad de la comunidad miskita, que debe restaurarse”. Para los psiquiatras “es histeria colectiva”, para los pastores de la Iglesia morava —religión que profesan en su mayoría los miskitos— “son posesiones demoníacas” y para los antropólogos “es un síndrome de filiación cultural”.

Los afectados requieren que al menos tres personas los sujeten para frenar sus convulsiones. LA PRENSA/Oscar Navarrete.
Los afectados requieren que al menos tres personas los sujeten para frenar sus convulsiones. LA PRENSA/Archivo.
LOS CASOS DE LEÓN

Las autoridades de la UNAN de León y las del Ministerio de Salud (Minsa) han tratado los recientes casos de grisi siknis del recinto con discreción, pero Revista Domingo obtuvo información de que la curandera tradicionalista, Porcela Sandino, fue enviada desde la Costa Atlántica para atender el caso.

El pasado miércoles 25 de mayo se detectaron seis casos de grisi siknis en las residencias de los alumnos miskitos dentro de la universidad, que desde los años 80 llegan con frecuencia a ese centro académico de León. Al día siguiente se contabilizaban siete afectados, pero algunos fueron llevados hasta sus comunidades indígenas para pasar el fin de semana de tres días libres por la celebración del Día de la Madre. Para esa fecha Sandino atendió únicamente a dos estudiantes, una de Siuna y otra de Puerto Cabezas, y la semana pasada, según las últimas informaciones que adquirimos, Sandino daba tratamiento a cuatro jóvenes mujeres con grisi siknis en las instalaciones de la UNAN.

Quienes padecen grisi siknis son por lo general los más jóvenes de las comunidades. LA PRENSA/Oscar Navarrete.
Quienes padecen grisi siknis son por lo general los más jóvenes de las comunidades. LA PRENSA/Archivo.

Porcela Sandino fue la misma experta que en 2003 logró sanar el mayor brote de grisi siknis registrado en Nicaragua: el de Raití, un pueblito de la ribera del Río Coco. Por aquel entonces 139 personas, aproximadamente el 10 por ciento de la población del lugar, resultaron afectadas por la extraña enfermedad.

Revista Domingo intentó ponerse en contacto con ella pero la curandera dijo que cuando está en proceso de sanación prefiere dedicarse únicamente a ello.

Serafina Espinoza, que acompañó a Porcela a Raití, cuenta que no se sabe con exactitud cuánto tiempo puede durar una curación de grisi siknis.

“Depende de la magnitud y de cuánto tiempo ha durado el problema. Si han dejado pasar 15 días, eso va a durar más o menos como 15 días también. Porque ella (Porcela Sandino) tiene que restablecer el entorno. Y aquí es cuando digo que los periodistas tienen que poner las cosas tal cual, porque luego se mal interpreta. Y tienen que abrirse a las creencias de los indígenas. Primero ella se prepara porque ella va a una lucha espiritual. Ahora en León son pocos casos pero cuando pasó lo de Raití, me dijo: ‘Necesito tres días para prepararme personalmente’”.

INFO-GRISI

LA CURA MISTERIOSA

Espinoza ha trabajado por muchos años con Sandino y también es catedrática de la Uraccan. Su trabajo la ha acercado a todos los médicos tradicionalistas del Caribe nicaragüense y dice haberse ganado su confianza con los años de labores.

¿Qué hace Porcela Sandino para curar a los enfermos?

Es complejo. Se usan varios tipos de hierbas. Lo que sé es que ella hace baños, les da de tomar, mezcla hojas, hierbas, y después los deja con protección para que los espíritus no se vuelvan a acercar. Los médicos no suelen hablar de sus métodos.

¿Hace cuánto que ella es curandera de grisi siknis?

Desde joven ella ha trabajado en esto. Ella tiene un don desde que era pequeña, se lo descubrieron a los siete años sus padres. Lo que ella me ha dicho es que cuando ya se hizo adolescente inició con sueños. Lo que ella soñaba y decía al día siguiente sucedía. Entonces los padres le dieron seguimiento y cuando ella se dormía venía en su sueño un espíritu del medio natural. Los padres la llevaron donde gente que conoce de eso para que la ayudaran y le dijeron que era como un don que ya traía. Después ella comenzó su etapa adulta y conoció de las hierbas.

¿Hay alguna forma de ponerle alto al grisi siknis?
Es difícil ponerle alto, porque no sabes dónde se va a dar y en qué momento se va a dar. Quién lo origina, la persona que tiene un conocimiento del mal, la parte negativa de esa persona puede andar en todos lados.

¿Podemos afirmar que el grisi siknis está sujeto a la mala intención de una persona alguien?
Sí.

¿Alguna vez han identificado a la persona que hace el mal?
Sí se ha identificado.

¿Y lo ha admitido?
Tomando en cuenta que eso puede acarrear conflictos fuertes en las comunidades, por lo general el manejo es muy discreto. Cuando nosotros hemos entrado a trabajar como universidad en colaboración con los lugareños, se maneja a pocos niveles. No se les dice a los familiares ni a la comunidad. Ese paso no se ha dado todavía. Capturar a la persona, que lo enjuicien y todo, porque de un problema pueden venir muchas situaciones en la comunidad. El trabajo de Porcela es uno donde ella combina la parte espiritual con la parte de las plantas medicinales. Su conocimiento es más profundo. Ella se da cuenta de quién hizo el problema, quién es el causante, pero no lo dice.

En 2003 el Minsa también envió a psiquiatras del programa de salud pública a Raití para una valoración de la medicina moderna. Entre ellos estaban los doctores Carlos Fletes y Guillermo Gosebruch. Este último recuerda la experiencia como “muy fuerte”. “Veías al 10 por ciento del pueblo correr con machetes o cualquier cosa que pudieran tomar, fue una experiencia realmente fuerte. Para la psiquiatría el grisi siknis puede asemejarse a trastornos disociativos o fuga disociativa. Y se diferencia de una posesión demoníaca que requiere exorcismo porque no es solo una persona que lo sufre, son varias a la vez”, explica.

Porcela Sandino, médico tradicionalista experta en sanar comunidades con grisi siknis. LA PRENSA/Archivo.
Porcela Sandino, médico tradicionalista experta en sanar comunidades con grisi siknis. LA PRENSA/Archivo.
CAUSAS DEL GRISI SIKNIS

De acuerdo con estudios antropológicos realizados en la Costa Caribe de Nicaragua, algunos factores que podrían detonar el grisi siknis estarían ligados a fuertes tensiones como guerras o colonizaciones forzadas de sus tierras; desastres naturales, hambruna o pobreza extrema.

El antropólogo inglés Mark Jamieson efectuó estudios en el litoral caribeño nica y propuso la teoría de que la enfermedad era una suerte de transición de la pubertad de las niñas hacia la adultez. Y su homólogo estadounidense, Philip Dennis, quien vivió por dos años y medio en el pueblo de Awastara, en el Caribe Norte de Nicaragua, dijo a Revista Domingo:

“En general son las mujeres que sufren de la enfermedad. Se creen poseídas por diablos que quieren tener relaciones sexuales con ellas. Y huyen de sus casas y tienen que ser regresadas a sus casas por hombres, por lo general. Yo escuché también acusaciones de que las pobres mujeres poseídas a veces habían sido abusadas, hasta violadas, por hombres que aparentaban ayudarlas”.

Pero Serafina Espinoza, quien ha leído una multitud de estudios antropológicos, niega algunas de estas teorías.

Síndromes de filiación cultural como el grisi siknis en el mundo, según antropólogos y OMS.

“¿De qué pobreza están hablando si nosotros hemos vivido en la pobreza desde siempre? No conocemos otra vida. Para nosotros esto no es pobreza, es vida. Los municipios de pobreza extrema de Nicaragua están todos en la Costa Caribe, y ¿entonces por qué no es a todos que nos da el grisi siknis? Siempre hemos estado en estrés y tensión por la guerra, los desastres naturales o los colonos, y ¿por qué solo a unos pocos les da grisi siknis? Lo mismo si fuera la transición de la pubertad, ¿por qué solo a unos? Nosotros no interpretamos la pobreza bajo la percepción occidental. Si vos vas a los pueblos no vas a encontrar pobreza espiritual. Vas a ver un espíritu de alegría. Vas a una comunidad indígena y te abren las puertas, te hacen parte de su familia. Ellos no ven la pobreza como algo físico, palpable”.

Asimismo, también existen teorías de que el grisi siknis podría detonarse por el uso de drogas naturales o artificiales, o bien mediante juegos como la Ouija.

Por su parte, en las conclusiones del estudio Algo anda mal, las tres investigadoras que estuvieron a cargo del trabajo, entre ellas la austríaca Gerhild Trübswasser, subrayan que “la aparición del fenómeno es multicausal”, pero indican que “quizás como las más importantes de las varias condiciones determinantes consideramos calificar las tres siguientes: crisis generacionales, costumbres en la vida sexual y la guerra de los años 80 y sus consecuencias”.

Cuando en una comunidad hay brotes de grisi siknis, se efectúan rituales para proteger a los saludables y para sanar a los enfermos. LA PRENSA/Oscar Navarrete.
Cuando en una comunidad hay brotes de grisi siknis, se efectúan rituales para proteger a los saludables y para sanar a los enfermos. LA PRENSA/Oscar Navarrete.

Y entre las recomendaciones, que no son pocas y donde se observa la necesidad de estudios médicos que emanen de las autoridades de salud de Managua, también llama la atención lo siguiente:

“Se necesitan cursos para mujeres y hombres para elevar la autoestima y la conciencia sobre las posibilidades de cada una(o) para desarrollar e influir sobre su propio mundo. Y cursos para mujeres y hombres sobre estilos de liderazgo democrático basado en respeto mutuo”.

Según las fuentes consultadas para este reportaje, no existen registros de personas fallecidas por brotes de grisi siknis, algunos consideran que hay discriminación contra los indígenas miskitos por la enfermedad, “cuando en occidente tienen muchos problemas y trastornos más grandes”; y también rechazan cualquier tipo de desdén hacia la medicina que ellos emplean para curarse, la única capaz de sanar a un ser humano de la “enfermedad de la locura”.

 

 

Mitos y costumbres

Algunas creencias culturales se han formado en el Caribe de Nicaragua a raíz del grisi siknis. Por ejemplo, las personas que van a algún velorio no pueden ver a los enfermos porque pueden ser afectados nuevamente, asegura el escritor miskito Avelino Cox Molina.

Y también explica que “únicamente los hombres y mujeres mayores que ya no menstrúan pueden preparar los alimentos de los enfermos y no pueden comer ningún tipo de carne roja ni pescado. Su dieta debe ser a base pollo”.

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COMENTARIOS

  1. Roberto P
    Hace 7 años

    Eso es causado por plantas o raíces que envenenamiento de las comidas o el agua de los pobladores y sufren estos trastornos. Deberían investigar a los causantes de envenenamiento la comida o el agua de las comunidades. Son unos criminales que se hacen pasar de curanderos.

  2. cqnicarao
    Hace 8 años

    Algunos sugieren como una accion espiritual, y la Porcela segun sana con las hierbas u otros ritus, De hecho ninguna medicina tradicional es compatible si esto es espiritual tampoco si es cultural no coinciden, en norteamerica los nativos jovenes se suicidan mas que los mayores y no dicen que es pobreza o cultural o espiritual or pubertad

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