Otra amenaza aqueja a las micro, pequeñas y medianas empresas del sector madera-mueble, pues carecen de la principal materia para elaborar sus pedidos y exportar.
Según Reyna Isabel Vásquez, presidenta de la Cámara de Madera-Muebles adscrita al Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme), de 30,000 a 50,000 empleos están en riesgo por la falta de permisos que no han otorgado instituciones gubernamentales para la adquisición y comercialización de la madera, pese a que habían expresado que era un asunto resuelto.
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De forma preliminar, el presidente del Conimipyme, Alejandro Delgado, sostiene que ese sector ha dejado de captar más de diez millones de dólares y han retrasado contratos con importantes empresas nacionales que requieren de madera para la elaboración de puertas, muebles, equipos de oficina y demás.
La idea de este sector, que sigue temeroso, es que el Gobierno agilice la tramitología requerida para que entidades, como el Instituto Nacional Forestal (Inafor), aprueben los permisos a los aserríos y puedan adquirir la madera, explica Vásquez.
“Pedimos que nos apoyen en ese sentido, pues son demasiadas las familias a nivel nacional que dependemos de esta actividad económica”, manifestó la representante gremial tras una reunión de urgencia con el presidente de Conimipyme, una de las dos representaciones que puede negociar con el Gobierno a través del despacho del asesor económico de la Presidencia, Bayardo Arce.
Recientemente el sector empresarial en Nicaragua había dicho que todo estaba en normalidad, pero las mipymes afirman lo contrario.
Delgado expresó a LA PRENSA que esa preocupación de ese grupo de mipymes la llevarán al asesor económico para acordar una solución viable.
POR CAER EN QUIEBRA
Efraín López es el presidente de la Cámara Forestal de Rivas, misma que aglutina a unas 4,000 personas que se dedican a la reforestación.
Con documentos en mano, López dijo que cuentan con las certificaciones del Inafor y el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) para la explotación de 20,000 árboles sembrados hace 15 años.
“Estamos pidiendo que se nos solucione rápido esta situación. Tenemos viveros y para ello se requiere sembrar. Ya tenemos 102,000 plantas y se haría en esta semana la plantación de la especie Granadillo”, expresó López.
“Ya estamos por caer a la quiebra. Dependemos de la madera que viene del norte y son unos cinco a seis millones de dólares los que nuestros agremiados pierden, porque llevamos dos meses en esta situación y la verdad (es) que necesitamos recursos”, insistió.
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MADERA SE PIERDE EN PATIOS
Ulises Blandón, presidente de la Cámara Forestal de Estelí y representante de las empresas de pino de Jinotega, Matagalpa, Nueva Segovia y Madriz, agrega que ese sector solo puede observar el deterioro de un 30 por ciento de toda la materia que está en los patios de los aserríos de esa zona.
Además de que a diario han contabilizado la entrada de hasta 190 rastras de pino procedentes de Honduras, pero que en su mayoría viene infectado con gorgojo.
“Y esa compra, además de elevar la estructura de costo, amenaza la estabilidad de las plantaciones internas y no rinde de la misma manera”, dijo Blandón.
“Nuestro sector ha dejado de percibir unos 25,000 dólares y la verdad es que esta situación no queremos que nos ahogue, pues somos cabezas de familias, generamos empleos y necesitamos que nos apoyen para buscar una salida que retome la estabilidad”, sostuvo en su ponencia ante el presidente del Conimipyme.
Blandón dice que por cada árbol que cortan están obligados a sembrar diez y que el Gobierno es garante de ese cumplimiento que hacen en defensa de los recursos naturales que los beneficia.
EXPORTACIONES EN NEGATIVO
Los datos del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex) muestran que entre el 1 de enero y el 13 de junio las ventas de madera aserrada y procesada han caído.
Según el reporte hasta el 13 de junio, los productores habían captado 630,017 dólares por la venta de madera aserrada inferior en 16.5 por ciento a los 754,647 dólares del mismo período en 2015.
En cuanto a la madera procesada la merma ha sido de 63.8 por ciento, al pasar de 4.05 millones de dólares en el primer período en mención y ubicarse en 1.46 millones de dólares en el mismo período de este año.
EL DILEMA
Como respuesta a múltiples denuncias sobre el deterioro que sufren los bosques de pino en Las Segovias, el Gobierno había paralizado en abril pasado toda la actividad forestal en el país. La medida, que pretendía proteger los bosques, puso en jaque a 16 empresas que a partir del 2003, estimuladas por los beneficios fiscales que ofrece la Ley 462 (Ley de Conservación, Fomento y
Desarrollo Sostenible del Sector Forestal), invirtieron unos 120 millones de dólares en el establecimiento de unas 22,000 hectáreas (30,800 manzanas) de plantaciones forestales y tras levantar la medida ha causado una serie de puntos de vista encontrados al respecto.