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Trabajadoras de una floristería en Londres elaboran dos arreglos que representan las banderas de Reino Unido o “Union Jack” (a la izquierda) y la de la Unión Europea. LA PRENSA/AP

“Brexit” asusta a Europa

El referendo sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), llamado popularmente “Brexit” y a realizarse el jueves próximo, tiene asustado a los líderes de Europa.

El referendo sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), llamado popularmente “Brexit” y a realizarse el jueves próximo, tiene asustado a los líderes de Europa, quienes en los últimos días han arrojado un aluvión de advertencias desaconsejándola.

El Banco de Inglaterra (BoE), el Financial Times, Ángela Merkel y el FMI avisaron que la ruptura con Bruselas no beneficiaría ni al Reino Unido ni a la UE. “No puedo imaginar que esto (la salida) constituya una ventaja” para los británicos, dijo Merkel, la jefa del gobierno alemán.

Un letrero en una carretera de Newry, en el norte de Irlanda, muestra el mensaje: “No To Brexit… Stay in Europe” (No al “Brexit”… Quédate en Europa). LA PRENSA/AFP

El BoE consideró que “si el Reino Unido abandona la UE, la libra esterlina (moneda británica) caerá todavía más, quizás pronunciadamente”. El diario Financial Times, referencia del mundo de los negocios, llamó en un editorial a votar por la permanencia, alegando que no es momento de volver a la mentalidad de “la pequeña Inglaterra”.

INCERTIDUMBRE

Gerry Rice, portavoz del FMI, pronosticó que el “Brexit” abriría “un periodo de alta incertidumbre, volatilidad en los mercados y un crecimiento más lento, mientras el Reino Unido negocie su nueva relación con la UE”.
La incertidumbre sobre los resultados del referendo tiene en vilo a los inversores y paraliza decisiones de política económica. La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos mantuvo esta semana intactas sus tasas de interés, invocando problemas domésticos pero también por el impacto que tendría un “Brexit”.

AVANCE DEL SÍ

La multiplicación de advertencias no parece haber hecho mella hasta el momento en el avance del Sí al “Brexit”. El sondeo mensual de Ipsos-Mori —organización de investigación inglesa— puso por delante por primera vez al campo “leave” (partir) por 53 por ciento a 47 por ciento, y el del instituto Survation constata una ventaja de 52 por ciento a 48 por ciento, sin contar en ningún caso a los indecisos.

Con estos, los resultados de cuatro sondeos telefónicos en menos de una semana coinciden en otorgar ventaja al campo del “Brexit”. De todos modos, avisó Ipsos, un veinte por ciento de los encuestados admitieron que podrían cambiar de idea en los próximos siete días, por lo que las espadas siguen en alto.

DESASTROSA

La marcha de Reino Unido sería desastrosa para la influencia internacional de una UE ya debilitada por una serie de crisis, según analistas consultados por la AFP.

El divorcio entre la UE y Reino Unido, la única potencia nuclear europea miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas junto a Francia, “podría tener un efecto desastroso para la política exterior y de seguridad de la UE”, estima Rosa Balfour, analista del German Marshall Fund.

Europa se ha visto además golpeada por una serie de atentados yihadistas desde 2015. Al mismo tiempo se enfrenta a la mayor crisis migratoria desde 1945, debe gestionar su distanciamiento con Rusia y casi ve a Grecia abandonar la zona euro en el verano pasado.

El líder del eurófobo Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, hace campaña en favor del “Brexit” en Londres. LA PRENSA/AFP

En este contexto, el “Brexit” representaría un duro golpe porque aunque no se espera ningún “cambio brusco” en la política exterior europea tras el referendo, la “pérdida en términos de imagen” sería muy real, apunta Janis Emmanouilidis, director del European Policy Center (EPC).

OMBLIGO

Esta marcha mostraría que “los europeos están centrados en sus numerosos problemas como la crisis migratoria o financiera, que solo se miran el ombligo”, afirma Emmanouilidis, para quien esta imagen de “debilidad” podría explotarla la Rusia de Vladimir Putin o los dirigentes chinos, ávidos de extender su influencia.

“Grandes potencias como Estados Unidos, China, India (…) verían a la UE debilitada política y geopolíticamente en caso de un ‘Brexit’. No lo entenderían. Ya ni entienden que pueda existir un debate sobre la pertenencia de Reino Unido a la UE”, apunta Vivien Pertusot, especialista en Bruselas del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI).

La marcha de Reino Unido provocaría también un reajuste estratégico de la política diplomática de la UE hacia sus vecinos del este y del sur, en detrimento de Asia y a contracorriente de Estados Unidos, asegura.

DATOS DE LA CONSULTA

“Brexit” es una abreviatura de dos palabras en inglés, Britain (Gran Bretaña) y exit (salida), que significa la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Se ha convertido en la palabra más pronunciada al hablar del referendo, aunque solo se refiere a una de las dos opciones del mismo.

Los orígenes del término “Brexit” se remontan a 2012, cuando estaba en boga “Grexit”, utilizado para especular sobre la salida de Grecia de la UE durante la crisis en ese país.

La pregunta inicial era: “¿Debería el Reino Unido seguir siendo miembro de la Unión Europea?”

El Gobierno la cambió por recomendación de la comisión electoral, que la consideró sesgada en favor del campo proeuropeo. La pregunta final es: ¿Debe Reino Unido seguir siendo un miembro de la UE, o debe abandonar la UE?

Las respuestas posibles son dos: Remain a member (permanecer). Leave (salir).

Técnicamente, el referendo no es vinculante para el gobierno británico.

Los parlamentarios podrían bloquear el “Brexit”, pero los analistas coinciden en que ir contra la voluntad popular sería un suicidio político.

La consulta se celebra porque el primer ministro británico, David Cameron prometió celebrar un referendo si ganaba las elecciones parlamentarias de 2015.

Los que están a favor de salir de la UE creen que la pertenencia es un obstáculo para el desarrollo de Reino Unido, que pone en la caja común más de lo que recibe y que las regulaciones europeas, que consideran excesivas, perjudican a las empresas británicas.

Los que están a favor de quedarse argumentan que Reino Unido gana mucho siendo miembro de la UE gracias a que puede vender bienes y servicios a otros países de forma más fácil.

El Reino Unido entró a formar parte de la UE en 1973, cuando entonces se llamaba Comunidad Económica Europea (CEE) y tras renegociar las condiciones de su entrada celebró un referendo en 1975 sobre la permanencia. Los británicos votaron a favor de quedarse.

IMPACTO EN EMPRESAS

Las empresas europeas tratan de evaluar el impacto del “Brexit” sobre sus contratos, sus cadenas de aprovisionamiento y sus precios, sin disponer de ningún plan B. Pocas compañías aceptan sin embargo revelar sus eventuales medidas de preparación a un “Brexit”, por temor a enojar a sus clientes y a sus inversores, o simplemente por falta de claridad sobre las modalidades de la separación. Entre las alternativas figuran la permanencia del Reino Unido en el Espacio Económico Europeo (EEE) como Noruega, firmando acuerdos bilaterales como Suiza o considerando a la UE como un socio comercial similar a cualquier otro.

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