En su segunda sección, la Agenda básica de nación para el cambio, del Movimiento por Nicaragua (MpN), propone diez puntos para alcanzar un crecimiento económico que genere un desarrollo humano sostenible.
Para ello, la Agenda considera fundamental “combatir a fondo la pobreza estructural mediante políticas públicas que promueven una mayor equidad y cohesión social, incluyendo políticas de fomento de la agroindustria”.
Partiendo del hecho del defectuoso e inequitativo sistema tributario actual, la Agenda propone sustituirlo por uno progresivo y equitativo, que revise la estructura impositiva; disminuya progresivamente las exoneraciones; el combate a la evasión y establezca incentivos a la productividad y a la generación de empleos productivos.
Reconociendo el papel clave que juegan en nuestra economía las micro, pequeñas y medianas empresas, la Agenda propone racionalizar los márgenes de ganancia del Sistema Financiero y destinar recursos del Estado para favorecer a este sector que genera la mayor parte de los empleos del país.
En el Manifiesto del “Grupo de los 27-2016”, se dice que: “Entre el 2007 y el 2015 los trabajadores de la economía informal pasaron del 65 al 80 por ciento, el subempleo creció del 33 al 50 por ciento, mientras los salarios reales sufrieron una desmejora significativa. En materia empresarial, una reciente encuesta elaborada por el Cosep muestra que el 70 por ciento de las empresas medianas y pequeñas reportan que sus ingresos se estancaron o disminuyeron en los últimos dos años, todo lo contrario de las empresas grandes: el 70 por ciento reportó que sus ingresos crecieron en ese mismo período, evidenciando la desigual distribución de los beneficios del crecimiento económico”.
Punto importante es el que aboga por la aplicación de la Ley 7/7 del 2010, que mandata la creación de un Fondo para la compra de Tierra con Equidad de Género para Mujeres Rurales.
Ante el problema que enfrentan nuestros jóvenes recién graduados para conseguir un empleo, por la general exigencia de incluir en su hoja de vida la experiencia previa, la Agenda exige la pronta tramitación de la Ley de Primer Empleo así como el cumplimiento de la Ley del Desarrollo Integral de la Juventud, y asignar recursos para la formación técnica de los jóvenes, a quienes se debe “asegurar el protagonismo social y económico que merecen”.
Frente a una pretendida política de igualdad de la mujer, desmentida en los hechos, el Movimiento por Nicaragua propone “promover una verdadera igualdad de la mujer en el acceso al mercado laboral formal en el sector privado y público, así como en los puestos públicos y privados”. Lo que hasta ahora hemos visto es la utilización de la mujer para asignarle cargos, incluso de rango ministerial, pero carentes de autoridad para tomar decisiones por sí mismas y limitadas en su derecho a opinar libremente, incluso en lo referente a sus responsabilidades oficiales. Se hace gala del número de mujeres en cargos públicos, pero en la práctica se les utiliza como propaganda para la opinión internacional, ya que en realidad no se les permite ejercer, según su propio criterio, las funciones correspondientes a sus cargos.
La propuesta del MpN va acompañada de la necesidad de establecer “una política salarial que garantice salarios iguales para responsabilidades iguales entre hombres y mujeres”.
Además, la Agenda aboga porque el Estado evidencie su compromiso de erradicar la violencia contra las mujeres “mediante leyes efectivas, programas educativos públicos y la revisión de las reformas y la reglamentación a la Ley Integral contra la violencia hacia las mujeres, Ley N° 779 del 2010”. Hasta el momento esta Ley, con las modificaciones que se le introdujeron, no ha sido eficaz para detener la violencia contra las mujeres.
La sociedad del siglo XXI es una sociedad del conocimiento y la información. Por lo tanto, si queremos realmente aprovechar todos los beneficios de la “era digital”, necesitamos, como lo dice la Agenda, “promover una Nicaragua digital”, mediante un mayor acceso a internet y a las redes sociales de todos los sectores de nuestra sociedad.
Finalmente, pero no menos importante, es lo establecido en la Agenda acerca de la urgente necesidad de aplicar estrictamente las leyes y políticas para la protección del medioambiente y coordinar este trabajo con las organizaciones de jóvenes ambientalistas.
El autor es jurista y catedrático.