Crear espacios para investigar, reflexionar, debatir en qué andan los jóvenes en este país, es lo que le interesa en estos últimos días al politólogo Humberto Meza, quien hace poco concluyó sus estudios de doctorado en Ciencias Políticas con énfasis en movimientos sociales en la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp), Sao Paulo, Brasil, una de las alma máter más prestigiosas de América Latina.
En las últimas semanas se ha cuestionado el papel de los jóvenes, de la llamada generación milénica que incluye a jóvenes entre los 20 y 35 años, y su participación en la realidad nacional. El estudio de Centro de Investigación, Cinco, que revela el desinterés de los jóvenes en la política y elecciones, y los posteriores debates que se han hecho en Confidencial, han puesto el tema sobre el tapete.
Sin embargo, Meza cree que la discusión todavía es incipiente, se ha quedado sobre todo en la esfera virtual, en el mundo de las redes sociales. Opina que hay que sacarla de allí para profundizar y entender lo que realmente está ocurriendo con esa generación.
Meza, quien roza los 40 años, habla rápido y gesticula a un ritmo también acelerado cuando habla.
Actualmente imparte clases a estudiantes de Sociología, y estando en el aula ha encontrado entre sus alumnos anuencia para debatir estos temas. Todo lo contrario. Están interesados en discutir y rebatir algunas visiones equivocadas sobre las formas en que los jóvenes hacen política en las circunstancias actuales.
“Hay otra visión de la política que los jóvenes están ejerciendo. Por eso hay que intentar sacar el debate del Facebook. Eso para mí es urgente… darle cuerpo a esa discusión”, explica Meza quien está planeando con algunos estudiantes armar un foro para debatir sobre este asunto.
Al politólogo le interesa también que el debate vaya más allá de los jóvenes. Considera que hace falta propiciar un diálogo intergeneracional. Hasta cierto punto considera que es quizá su misión como miembro de la generación “entrampada”, como le llama a los cuarentones que no hicieron la revolución y que apenas eran adolescentes cuando el proceso en las elecciones de 1990.
“Hay una diversidad de cosas que se están haciendo a nivel público: la bicicletada, la ecología, hay otra comprensión de la política”.Humberto Meza, politólogo
“A los que estamos en medio, nos toca traducir todas estas cosas de las que hablan los cincuentones: dictadura, autoritarismo, cierre de espacios, etcétera, con el cotidiano del día a día que un joven sufre. ¿Cómo hacerle ver que ese sufrimiento por la falta de servicio público es consecuencia del deterioro institucional?”, explica Meza seguro de que es necesario tender esos puentes entre política y realidad para tratar de comunicar a los diferentes sectores.
“¿Por qué estos jóvenes no están representados? Porque ellos ven la política desde otra perspectiva, y tienen razón al decirlo ¿por qué no hay comunicación? ¿Por qué no hay un vínculo entre lo que ellos dicen y lo que dicen estos señores? Porque uno no traduce al otro”, se responde este politólogo a quien cuando llegó hace unas semanas le tocó hacer análisis sobre la realidad política del país de la samba.
LA CRISIS BRASILEÑA
El impeachment brasileño, como mejor se le conoció al juicio político que acabó con la suspensión de la mandataria Dilma Rousseff durante 180 días y dejó en el poder a su vicepresidente Michel Temer.
A Meza se le vio por algunos medios de comunicación explicando los intríngulis de la política brasileña, el PT (Partido de los Trabajadores). Incluso, dedicó una que otra columna al tema.
“Los gobiernos petistas, desde Lula hasta Rousseff, siempre respetaron el peso de las calles. Desde que las protestas se incrementaron, al calor de las demandas por el incremento al pasaje de bus (que dicho sea de paso, no fueron contra el Gobierno Federal, sino contra las alcaldías, que administran el transporte público) hasta las marchas de “Fuera Dilma, Fuera PT”, nunca existieron represalias por parte de la Policía Civil, Ejército o algún brazo represivo que el PT tuviera”, escribió Meza en el medio de comunicación Confidencial.
EL FEMINISMO Y LOS PARTIDOS
Meza, quien se graduó como comunicador social en la Universidad Centroamericana (UCA), a mediados de los noventa, y más luego trabajó en los principales diarios nacionales, lleva años familiarizado con la política nacional. Durante su etapa como reportero integró la sección Política de LA PRENSA, El Nuevo Diario y el extinto diario La Tribuna.
En Brasil, para su tesis de doctorado investigó el vínculo entre el Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM) y el MRS (Movimiento Renovador Sandinista) a lo largo de una década.
Para su investigación, se remitió a una etapa clave de la historia reciente del movimiento feminista nicaragüense: la revolución y la participación de la mujer antes y durante ese período. “El feminismo se fortaleció en los años ochenta, pero no gracias a la revolución”, dice Meza, quien seguido pasa a explicar que la revolución fundó sus cimientos sobre ideas machistas y por eso, instancias como la Amnlae (Asociación de Mujeres Nicaragüenses Luisa Amanda Espinoza) jugaron un papel completamente tradicional. Sin embargo, en esa misma época hubo una fuerte presencia de feministas internacionalistas, sobre todo de Francia y España, que venían a apoyar el trabajo de los sindicatos, las que de alguna manera comenzaron a esparcir y cuestionar los esquemas de participación de las mujeres en el proceso revolucionario.
Eso en parte. En su tesis, sobre mujeres y partidos políticos, Meza hace un repaso por los distintos esquemas de participación y representación que se han ensayado desde entonces. Su foco de estudio se centra, principalmente, en la alianza que establece el MAM y MRS, a partir del 2006, cuando surgieron alternativas políticas distintas al bipartidismo PLC (Partido Liberal Constitucionalista) y FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional). Se refiere a la incursión en la tarima política del MRS y el ALN (Alianza Liberal Nicaragüense).
Una de las conclusiones de su tesis es que la plataforma de los partidos políticos sirve a los movimientos sociales para poner en la agenda sus temas, pero también sirve como un vehículo para la movilización.
También los partidos políticos, en este caso el MRS, sufrió algunos cambios dentro de su estructura a partir de la alianza con el movimiento de mujeres.
Meza cree que en Nicaragua todavía no se comprende el papel político que pueden tener las mujeres.
Perfil del politólogo
Humberto Meza, 39 años.
Estudió Comunicación Social en la UCA en los años noventa.
Posteriormente hizo estudios de maestría en Ciencias Políticas en la Unicamp y culminó estudios de doctorado en Ciencias Políticas en la misma universidad.
Es melómano y gran conocedor de la música brasileña.
Actualmente se desempeña como docente en varias universidades del país.
Su tesis sobre las mujeres y los partidos políticos será presentada hoy en el auditorio Amando López, en la Universidad Centroamericana (UCA).