Entre risas y humor, el grupo de teatro, Las Hijas del Maíz demandó con su obra Ellas porfiadas, ellos tan sordos, una respuesta inmediata a la problemática que enfrentan miles de campesinas, quienes reclaman fondos para la compra de tierras.
El grupo, conformado por Karol, Reyna y Cristina, dedicó la puesta en escena a las mujeres productoras del país. Dicha obra se presentó en el auditorio Lizandro Chávez Alfaro, de la Universidad Centroamericana (UCA).
La obra inició con una entrevista en video a varias mujeres de diferentes comunidades rurales, las cuales hablaron sobre la situación en el campo y que tacharon de “precaria”.
UN RECLAMO AL GOBIERNO
Vestidas con botas de hule, bolso de trapo, sombrero y pañuelos en la cabeza, las tres actrices encarnaron las quejas de miles de mujeres campesinas. “Nunca nos da la cara”, “tenemos que organizarnos”, “nos tienen que escuchar”, fueron algunos de los diálogos que con mucha fuerza dramática expresaron las actrices y que caló en los espectadores, quienes en su mayoría no estaban al tanto de esta problemática.
“Si saben que por nosotras tienen el maíz y la tortilla para sus frijolitos. Si nosotras les damos las flores para sus eventos. ¿Por qué no nos contestan?”, exclamaron al unísono las actrices, manifestando así el sentir de las afectadas.
CREAR CONCIENCIA
Para Rodrigo González, director de los Espacios de Cultura de la UCA, la obra contó con varios elementos que la hicieron propia para una demanda. “El humor provoca que el espectador entienda mejor el asunto, le quita lo abstracto y lo vuelve algo real”, manifestó González.
Para González, el arte es una forma de expresión y el papel del artista es usar este “vehículo” para poner en colocación todas las demandas y problemáticas que acontecen en nuestro país.