Un nicaragüense que usaba su propiedad en la frontera de Peñas Blancas para cruzar migrantes irregulares a Nicaragua, fue detenido la mañana de este martes, junto con un costarricense por la policía migratoria y el Ministerio Público, acusados de ser parte de una red internacional de tráfico de personas.
El nicaragüense de apellido Arce Muñoz y el tico de apellidos Santos Vargas, cayeron este 28 de junio a como parte de un operativo simultáneo desarrollado en otros países de Centroamérica, excepto Nicaragua y Belice.
Según el Ministerio de Gobernación de Costa Rica, Santos recibía a migrantes africanos o extracontinentales en la frontera sur de este país y los trasladaba a Peñas Blancas, en el norte, donde el nicaragüense usaba la propiedad que tiene un camino hacia Nicaragua.
Santos fue detenido en Paso Canoas, zona fronteriza con Panamá y el nicaragüense, quien posee cédula de residencia, en su casa de Peñas Blancas.
La policía migratoria sospecha que son parte de una red internacional que cobran entre 15 mil y 25 mil dólares a los africanos para llevarlos desde el sur del continente hasta Estados Unidos.
Los operativos fueron desarrollados por la Unidad de Investigación y Análisis de la Policía de Migración y la fiscalía contra el tráfico y trata de personas que allanaron tres viviendas en Paso Canoas y Peñas Blancas.
Durante los allanamientos en Peñas Blancas, la policía halló varios migrantes africanos que serían llevados hacia Nicaragua.
En noviembre pasado, Costa Rica desarticuló una banda local de tráfico de migrantes que tenía conexiones internacionales, lo cual provocó la crisis de estos, quienes se quedaron varados en este país por el cierre de la frontera por parte de Nicaragua.
Una nueva crisis con migrantes se vive con el ingreso masivo de africanos desde Panamá, desde el pasado mes de abril.
Según el fiscal general, Jorge Chavarría, en el tráfico de africanos opera una red internacional que saca a estas personas desde su continente y los lleva a Dibai, Asia. Desde ahí llegan al continente americano a Brasil, por avión, país desde el cual viajan a Colombia, Panamá, resto de Centroamérica, México y Estados Unidos.
En el caso de Panamá, llegan los migrantes y parte de la red los recibe en la frontera con Costa Rica, donde los aloja en hoteles para luego trasladarlos principalmente en vehículos particulares el norte de Costa Rica, donde luego cruzan a Nicaragua. La red movía hasta 100 personas al día.