Raúl Obregón, director de M&R Consultores, dijo con base en los resultados de la reciente encuesta de la firma que si bien el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) puede aprovecharse de la salida del juego electoral del Partido Liberal Independiente (PLI), que era dirigido por Eduardo Montealegre, para atraer al votante opositor, los números indican que hay un alto rechazo del simpatizante del PLI a dar su voto a otro partido.
En la Tercera Encuesta Electoral de la firma M&R Consultores se abordó sobre la lealtad del votante y entre los resultados está que el 76.6 por ciento de los encuestados que dijeron que votarían por el PLI afirmaron que “no votarían por ningún partido si el PLI no se presenta a la elección”.
La encuesta se realizó a 2 mil personas del 11 al 20 de junio de 2016 y se utilizó la técnica de cara a cara en los hogares, utilizando equipos móviles. El margen de error es de más o menos 2.24 por ciento y el nivel de confianza del 95 por ciento.
En la intención de voto en junio el PLI y el PLC obtuvieron un empate con el 5.6 por ciento.
Óscar René Vargas, analista, refirió que sacar de la contienda electoral a la Coalición Nacional por la Democracia, que era liderada por el PLI de Montealegre, es parte del “arreglo del FSLN y Arnoldo Alemán” (caudillo del PLC) para colocar al PLC como la segunda fuerza, porque “así el Frente se garantiza un opositor dócil”.
“Hay que estar claros que el PLI de (Pedro) Reyes, ALN, Apre, Camino Cristiano buscan ser acólitos (cómplices) del Frente… y se hará aparecer al PLC como un opositor, pero será un opositor dócil, igual que (el diputado) Wilfredo Navarro, que dijo presentarse como opositor pero actuó secundando al Frente Sandinista”, dijo Vargas.
En junio la Corte Suprema de Justicia despojó de la representación legal del PLI a Eduardo Montealegre.
PISO DEL VOTO DEL FSLN
El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) obtuvo una intención de voto del 65 por ciento en la encuesta electoral realizada en junio por la firma M&R. El partido gobernante subió 1.3 puntos respecto al resultado de 63.7 por ciento de los consultados en abril pasado.
Aunque el piso del llamado voto duro del FSLN no ha variado de la franja del cuarenta por ciento en promedio, por lo que hay un veinte por ciento de los que dicen que votarían por el partido gobernante, que podrían cambiar su voto a alguien de la oposición el día de los comicios.