Hay un desconcierto en cada uno de los integrantes del equipo del ahora excampeón mundial nicaragüense Byron “El Gallito” Rojas. Marcelo Sánchez, manejador, Rigoberto Garibaldi, entrenador, y el mismo pugilista se preguntan constantemente ¿cómo fue posible que pasara esa dolorosa derrota?
Como si todos concordaran, piensan que la pelea debió haber sido para el matagalpino. Todavía la frustración y el enojo del momento recorrían sus venas después que había bajado del ring y regresaban al hotel. Ahí Sánchez dijo: “Freshmart no tiene nada en las pelotas y no le depara nada bueno como campeón. Un peleador sucio”.
“Me siento muy molesto porque yo no sentí que perdí esa pelea, siempre traté de hacer bien las cosas pero el réferi estuvo a favor del peleador local. Freshmart es un sucio, siempre estuvo amarrando, nada de intercambiar metralla como nosotros esperábamos. Él nunca vino a pelear, llegó un momento que me empujaba para abajo con la mano. Yo me preparé duro para un combate de choque”, explicó el ahora excampeón mundial de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
“NOS QUITARON LA PELEA”
El entrenador panameño, Rigoberto Garibaldi, aún no asimila la forma en que según él, le fue arrebatada la pelea a su muchacho. “A Rojas le quitaron la pelea descaradamente, el árbitro y los jueces nos perjudicaron. En el quinto asalto mandé a Rojas a moverse para evitar esos amarres. A Byron le gusta pelear, tiene sangre caliente. Si fuera otro réferi lo baja del ring al tailandés por mañoso. Estoy muy contento con el trabajo que hicimos y yo me pongo siempre con los brazos abiertos para atender y colaborar con nuestros hermanos nicaragüenses”, comentó el entrenador canalero.
