A Daniel y Esther el sueño de ser padres adoptivos se les volvió una pesadilla abrupta el pasado lunes 27 de junio. Daniel Schar y Esther Schar, de nacionalidad suiza, pero residentes permanentes en Nicaragua, fungieron como felices padres adoptivos de Luisa, una niña de once meses que el Ministerio de Familia les había entregado para garantizar a la bebé un hogar sustituto, dentro de un proceso legal de adopción que concluyó mal para ellos.
La niña de once meses que cuidaron durante nueve meses fue devuelta al Ministerio de la Familia Adolescencia y Niñez (Mifan) para luego entregársela a su madre biológica que la reclamaba.
Daniel y Esther trabajan para una Organización No Gubernamental (ONG) de su país de origen y entraron a Nicaragua en febrero de 2013. Él es profesor de secundaria, imparte clases de idiomas, música e informática y ella a sus 36 años es terapeuta ocupacional. Trabajan con organizaciones que atienden a jóvenes con discapacidad.
“Vinimos juntos para trabajar en diferentes ONG que están enfocadas en la parte social y cultural”, dijo Daniel a LA PRENSA.
Explicó que el deseo de adoptar a un bebé les “nació” como año y medio después de asentarse en Nicaragua, porque ya otras personas les habían comentado sus experiencias positivas.
“Nosotros estábamos reflexionando, eso podría ser una buena opción para nosotros. Hablamos con funcionarios del Ministerio de la Familia que nos atendieron muy bien, nos dieron toda la información y escogimos este camino”, relató Daniel, quien al igual que su esposa, obtuvo la residencia permanente para optar al proceso de adopción.
Los Schar afirmaron que la decisión de adoptar se debe a que no pueden tener hijos. Se han sometido a diferentes exámenes médicos y han experimentado con tratamientos de fertilización que han sido bastantes caros, pero que tampoco lo han logrado.
La pareja en diciembre de 2014 empezó a cumplir con una serie de requisitos que les exigía Mifan para convertirse por primera vez en padres adoptivos de un bebé en el rango de edad de 0 a 2 años.
SOLO A LUISA CONOCIERON
Daniel afirmó que en enero de 2015 terminaron de completar toda la documentación y en mayo del mismo año recibieron la aprobación del Consejo Nacional de Adopción del Mifan para ser padres sustitutos en Nicaragua.
Comentó que luego hicieron un curso para ser padres adoptivos y el 30 de septiembre del año pasado, funcionarios del Mifan les entregaron a la niña de iniciales M.D.M., entonces de dos meses de edad, sin antes haberla conocido.
“Antes nos hicieron la propuesta y nos preguntaron qué opinábamos con una niña que estaría en correspondencia con nosotros”, expresó el joven de 37 años.
Daniel dice que no le presentaron a otra niña o niño, solo a Luisa y ellos pensaron después que los del Mifan habían seleccionado muy bien pues la niña representaba lo que ellos anhelaban para convertirse en familia.
“Nos dimos cuenta que la niña era un angelito para nosotros, era como un regalo de Dios, la amamos desde el primer día”, comentó muy triste el ciudadano suizo, cuya fotografía afuera de los Juzgados de Jinotepe, llorando amargamente junto a su pareja, Esther se volvió viral en las redes sociales. Esto ocurrió el lunes 27 de junio, cuando un juez de Familia declaró que la niña debía regresar al seno biológico.
En noviembre del 2015, el Mifan les entregó una resolución de propuesta de preadopción firmada por Katia Zelda Jaentschke Acevedo, coordinadora técnica del Consejo Nacional de Adopción, lo cual a ellos les hizo sentirse seguros como familia.
La madre biológica, a quien ellos no conocían, entregó voluntariamente a la niña a Mifan por incapacidad económica para mantenerla, cuando la bebé tenía mes y medio de nacida, según les explicaron los funcionarios a ellos.
Sin embargo, durante el nuevo reclamo de la madre, conocieron una nueva versión de la madre en la audiencia de reclamo: ella iba con sus abuelos a inscribir a su hija al Registro Civil de El Cuá, Jinotega, cuando funcionarios de Mifan se la quitaron.
Cuando la niña llegó al seno de la familia Schar, estaba enferma, con bronquitis, deshidratada y en estado de desnutrición
Ellos la trataron médicamente y acondicionaron su vivienda para recibir a la nueva miembro de la familia, Luisa; compraron cuna, juguetes, ropa, alimentos, insumos médicos y demás objetos de cuido para la niña, quien ya empezaba a decir mamá y papá cuando llegó Mifan a decirles que debían devolverla a su madre natural en este mes de junio.
Con el fin de evitar especulaciones, aclararon que para entrar al proceso de adopción en Nicaragua y para que les entregaran a Luisa no pagaron a nadie.
El Ministerio de Familia les autorizó visitar a la niña en su proceso de readaptación a la madre biológica mientras esté en un albergue, pero Daniel y Esther expresan que por el momento no están pensando en adoptar a otra niña, porque están pasando por una situación de mucho dolor y no saben qué hacer. Llevan tres días sin verla y sufren pensando en que ella los extraña.
