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El quiquisque es uno de los principales productos que se cosechan en Nueva Guinea. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA

Nueva Guinea, una zona productiva en Nicaragua que “grita” por atención

En Nueva Guinea se produce piña, quiquisque, yuca, frijoles, queso, pero los productores trabajan con esfuerzos propios porque no cuentan con apoyo del gobierno ni préstamos de la banca privada

Nueva Guinea es una zona del país con gran potencial productivo. En solo la entrada de ese municipio del Caribe Sur se pueden observar grandes extensiones de piñales, donde se produce la variedad MD2, a la que también se conoce como piña hawaiana o dorada por su color amarillento y su sabor muy dulce.

En las zonas rurales de ese municipio se puede encontrar a los campesinos, como don Braulio Murillo, de 76 años, cultivando yuca, maíz o frijoles. Hasta hace unos dos meses había sequía en la zona, pero ya está lloviendo bastante. “Ayer fue todo el día de lluvia aquí”, dijo Murillo el jueves pasado, cuando LA PRENSA visitó la zona.

Un lugar donde se puede apreciar mejor el gran potencial productivo y económico de Nueva Guinea es en la localidad de San Isidro, a unos 70 kilómetros del casco urbano. Allí, todos los jueves del mundo, bajan los campesinos para vender lo que han producido en el campo, especialmente quiquisque, yuca, frijoles, queso y también animales, especialmente el cerdo.

A San Isidro llegó Delvin Javier López, de 19 años, después de haber caminado más de tres horas desde su comunidad. Sujetando con un mecate un cerdo bien gordo, casi redondo, lo andaba vendiendo en 5,200 córdobas.

El cerdo de 5,200 córdobas que llegó a vender a San Isidro el joven Delvin Javier López. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA
El cerdo de 5,200 córdobas que llegó a vender a San Isidro el joven Delvin Javier López. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA

Cada jueves, dice López, él y su familia venden alrededor de diez cerdos, logrando recaudar aproximadamente 50 mil córdobas en un solo día. Pero —lamenta el joven—, la mayoría de ese dinero va para invertir en la crianza de los mismos cerdos y en el pago de los trabajadores. “Nos quedan unos seis mil pesos”, dice.

QUESO NO ESTÁ DANDO NI PARA LA SAL

Vendiendo quiquisque y también queso se encontraba ese día Arlen Hurtado, un agricultor de 33 años, proveniente de la comunidad de Desarrollo de Aguas Gatas. “El queso está baratísimo, no da ni para la sal”, se quejaba Hurtado.

El campesino explicó que tenía que vender la libra de queso a 10 córdobas porque, según él, actualmente está cerrada la exportación de ese producto hacia El Salvador. “Las ventas están malas. Los caminos están malos. Si es el Gobierno, las exportaciones están cerradas, lo mismo con el ganado, no hay nada que hacer, la carne está barata, hay que vender regaladas las cosas”, dijo Hurtado.

Otro productor, Modesto Salgado Obando, de 49 años y originario de La Fonseca, explicó que el queso bajó de precio debido a las malas ventas, el exceso de producción y principalmente por las malas políticas del Gobierno.

El queso que se produce en Nueva Guinea se llega a vender a Managua, especialmente ahorita que está suspendida la exportación a El Salvador. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA
El queso que se produce en Nueva Guinea se llega a vender a Managua, especialmente ahorita que está suspendida la exportación a El Salvador. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA

“El Gobierno no permite la salida de los productos, todo circula a nivel de mercado (nacional), todo se llena, a la cosecha de frijoles (el Gobierno) no le dio salida, este no es el gobierno de los pobres como dice”, lamentó Salgado.

Por su parte, los comerciantes, quienes llegan a comprar a los campesinos para luego vender en Managua, también se quejan. “Venimos a comprar queso, de esto sobrevivimos. Estamos comprando a 12 córdobas, pero solo le ganamos cinco o cuatro córdobas, es poca ganancia y tenemos que pagar transporte”, dice María Aguilar, de 40 años y habitante de Nueva Guinea.

CARENTES DE APOYO Y SIN CAPACIDAD DE PRÉSTAMO

Estar en San Isidro es una delicia, viendo como se mueve el comercio los días jueves, los campesinos bajando de las comunidades cargados de productos y, desde Nueva Guinea, a los comerciantes aprovechando la presencia de los pequeños productores ofreciendo ropa, zapatos, cosméticos, monturas y “todo lo que se pueda traerles”, a como dice Ivania López Peralta, de 28 años, quien vende especialmente calzado.

Los jueves son de intensa actividad económica en San Isidro, Nueva Guinea, adonde los campesinos bajan a vender sus productos. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA
Los jueves son de intensa actividad económica en San Isidro, Nueva Guinea, adonde los campesinos bajan a vender sus productos. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA

Sin embargo, detrás de ese “movimiento” hay un gran esfuerzo de los campesinos por producir solamente “con las uñas” pues no cuentan con técnicas para cultivar ni apoyo del Gobierno ni préstamos de los bancos.

“Hemos sido campesinos que nos ha gustado labrar la tierra y lo hacemos sin algunos conocimientos, solo los conocimientos que nos heredaron nuestros padres. No lo hacemos de la mejor manera pero anhelamos y deseamos aprender y hacerlo lo mejor”, explica el productor Abel Marenco.

La mayoría de los productores de esta zona desconoce lo que es conseguir un préstamo del Produzcamos, el banco estatal que nació en 2009 con la promesa de llegar a las zonas donde está ausente la banca comercial. “Solo trabajamos con la propia fuerza de nosotros, la que Dios nos da”, dice el productor Omar Villalobos, de 36 años y procedente de la comunidad San Luis de Aguas Gatas.

El campesino Teodoro López Fernández, de 44 años, explica que la mayoría de los productores de la zona tienen dificultad para prestar a los bancos. “Hay veces uno no tiene mucha capacidad para trabajar con ellos (los bancos), no tenemos para dejar algo en prenda, uno produce nada más con el esfuerzo que uno hace, aquí hay mucha dificultad para sembrar”, dijo.

El productor Braulio Murillo lo dice con otras palabras: “Yo nunca he trabajado con bancos. No quiero quedar en la calle, hasta le quitan la finca a uno si no puede pagar. Además, no tenemos apoyo del Gobierno”, explica.

A la falta de apoyo estatal y privado se le suma que los productores deben enfrentarse a la dura realidad de los malos caminos de la zona. Solo en un día, entre Nueva Guinea y San Isidro, LA PRENSA constató que tres camiones, unos cargados de cerdos y otros de raíces y tubérculos, no podían avanzar por frecuentes “pegaderos” en el camino.

Este camión, cargado con cerdos y otros productos, no pudo subir una cuesta en el camino que lleva de La Fonseca a San Isidro, en Nueva Guinea. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA
Este camión, cargado con cerdos y otros productos, no pudo subir una cuesta en el camino que lleva de La Fonseca a San Isidro, en Nueva Guinea. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA

Y los productores de las comunidades que están más allá de la frontera de Nueva Guinea, en territorio de Bluefields, deben trasladar sus productos en bestias, en jornadas de entre tres y ocho horas de viaje.

TRABAS

Para rematar la situación, los productores sienten que el Gobierno les dificulta más el trabajo. Antonio Mendoza, de 35 años y originario de Nueva Guinea, considera que las políticas de los gobiernos no están beneficiando a los productores. “Nos están subiendo unos impuestos muy grandes, el IVA, nos están exigiendo muchas cosas, certificar plantas y todo eso requiere de inversiones”, dice Mendoza.

Productores llevando a vender sus productos a San Isidro, Nueva Guinea. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA
Productores llevando a vender sus productos a San Isidro, Nueva Guinea. LA PRENSA/ ROBERTO FONSECA

El productor y comerciante agregó que todos esos aumentos en los costos de producción se le cargan al producto, lo cual afecta negativamente. “Esta semana el queso ha sido una desgracia, se está pagando a 12 o 13 pesos la libra de queso, y antes se estuvo pagando hasta a 45 córdobas”, dijo Mendoza sobre la baja en el precio del queso.

En San Isidro, en el mercadito que se forma todos los jueves, los pequeños productores tienen que vender “al precio que sea” porque alegan que “no podemos volver con el producto a la casa”. Y a esperar si les va mejor el próximo jueves.

SIN CONFIANZA EN LOS PRONÓSTICOS

Los productores de Nueva Guinea están alegres porque está lloviendo bastante en la zona, pero la mayoría de ellos no se está preparando para el fenómeno de La Niña, que trae abundante agua y sobre la cual alertó el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), ya que afectará a Centroamérica a partir de la mitad del año.

“Eso solo Dios lo sabe, hay veces dicen mañana va a llover y hace sol, en las noticias, yo no creo en eso, no me estoy preparando”, dice el agricultor Braulio Murillo, de 76 años. Aunque algunos productores dicen que se van a preparar, en estos momentos no tienen ningún plan. “Vamos a prepararnos, no hay de otra”, dice Teodoro López Fernández, de 44 años.

EL QUIQUISQUE SUBIÓ DE PRECIO

Un producto que sí están vendiendo a buen precio los productores de Nueva Guinea es el quiquisque.

El productor Arlen Hurtado dice que normalmente cada jueves llega a San Isidro para vender unos 30 quintales de quiquisque y ahorita lo está vendiendo a 2,500 córdobas el quintal.

Antes, el quiquisque se estuvo vendiendo hasta en 400 córdobas el quintal, asegura Hurtado.

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