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Juan Carlos Ampié, crítico de cine.

Juan Carlos Ampié, crítico de cine.

La Era del Hielo 5: El Choque de Mundos

La calidad de los guiones de La Era del Hielo 5 empobrece progresivamente. Poco distingue a esta trama de una mala comedia televisiva.

La última vez que vimos al mamut Manny, al tigre dientes de sable Diego y al perezoso Sid lograban sobrevivir a la separación de las masas continentales mientras resolvían una crisis familiar que no estaría fuera de lugar en una comedia contemporánea. La fórmula se repite en el quinto largometraje de la franquicia La Era del Hielo, que sigue recurriendo a medios desesperados para evadir la extinción. Los esfuerzos son cada vez más gratuitos.

Morita, la hija de Manny, está lista para casarse con su novio Julián. Esto llena de ansiedad a sus padres. En tramas secundarias, Diego y Shira tratan de conciliar su deseo por tener niños con el temor que inspiran a los más pequeños; y Sid lucha por encontrar una compañera de vida. El agente cataclísmico designado es el asteroide que al chocar con la Tierra, está supuesto a extinguir a todo ser viviente.

Desde que Los Picapiedra invadieron el horario estelar de la TV, la prehistoria animada se convirtió en terreno fértil para explorar los problemas del presente. La Era del Hielo, además, proyecta cualidades y neurosis humanas en animales antropomorfos. Pero la calidad de los guiones empobrece progresivamente. Poco distingue a esta trama de una mala comedia televisiva. El equipo creativo de Blue Sky no tiene la fineza de Pixar a la hora de mezclar temas mortalmente serios con comedia bufa, en un paquete que pueda apelar simultáneamente a niños y adultos.

La banalidad de la trama se compensa con el ingenioso diseño de personajes. El asteroide puede prometer destrucción masiva, pero los villanos reales son un trío de criaturas a medio camino evolutivo entre dinosaurios y pájaros. Parecen bestias salidas de una pesadilla, enfrascadas en una dinámica intergeneracional familiar: el padre empuja a sus dos vástagos a hacer maldades, una hija beligerante se esfuerza por complacerle, mientras que el hijo menor, codificado como un idiota, es ambivalente por su decencia innata.

La única razón de ser de La Era del Hielo 5 son los interludios protagonizados por la ardilla prehistórica Scrat. Si antes era una genial distracción, ahora se convierte en un agente de intervención divina. O más bien, de caos. En un giro absurdista, queda atrapada en un platillo volador que colisiona con un planeta, desatando el cataclismo que amenaza a la fauna terrestre. Como Sísifo empujando la piedra o Willie E. Coyote detrás del Correcaminos, nunca logra su objetivo, y la bellota se mantiene elusiva. Las escenas tienen una energía anárquica, que brilla por su ausencia en el resto de la película. Los guiños a los clásicos de la Warner Brothers se manifiestan en los efectos de sonido, marcando algunos movimientos en sus tropiezos espaciales, que no estarían fuera de lugar en un capítulo de Las Aventuras de Duck Dodgers en el Siglo XXIV 1/2.

Los cines locales solo están proyectando la versión doblada de la película, privándonos de las voces de Nick Offerman, Jennifer López, Simon Pegg, John Leguizamo, Seann Williams Scott, Ray Romano, Queen Latifah y Dennis Leary. Cualquier persona con conocimiento superficial de estos comediantes sabe que es una pérdida irreparable. Y los actores mexicanos que doblan las voces al español son tratados con desdén por el estudio. Sus nombres son purgados de la secuencia animada de créditos, conspicuamente vacía de los nombres del reparto original. Los latinos apenas aparecen en la cola, sin mucha ceremonia, en un cartel de texto que corre por segundos. Así, los productores delatan la poca estima que ponen al doblaje que recetan a las audiencias de países hispanoparlantes.

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