“La mayoría de los comunitarios ha recogido agua de lluvia, pero no será suficiente para mantener estos días de inundación cuando todos los pozos están inundados (…), algunos comunitarios están consumiendo (agua) del río, esta situación puede afectar la salud”. Lo anterior es parte de una evaluación preliminar sobre las afectaciones de las lluvias que mantienen inundadas comunidades de Prinzapolka, Caribe Norte.
El informe firmado por el alcalde de ese municipio, Eklan Janes Molina, enviado al Gobierno y cuya copia fue enviada a LA PRENSA, expresa la preocupación en cuanto a que pozos y letrinas están inundados, lo que “perjudica las necesidades fisiológicas y la salud”.
Señala el mismo que los más vulnerables son los niños y las personas de la tercera edad, entre quienes ya se registran casos de dolores de cabeza y articulaciones, gripe y diarrea.
Ante esa situación demanda ayuda de emergencia: agua, colchonetas, frazadas, alimentación, plástico negro o carpas.
“Esta es una situación tan alarmante porque está previsto que afectará mucho el cultivo, trayendo hambruna al municipio”, señala el informe preliminar, que a su vez, indica, que con las inundaciones no hay áreas seguras para los animales, que no resistirán mucho tiempo en el agua.
Igualmente refiere, a través del mismo, que el sector de la cuenca media es la zona más vulnerable identificada en Prinzapolka, aunque también reconoce que igual están las comunidades de arriba.
AYUDA AÚN NO LLEGA
Los niños que están en el albergue de la escuela de Klarindan, de Alamikamba, cabecera municipal en Prinzapolka, están desnudos y desnutridos, las enfermedades que más les afectan son la diarrea y las fiebres. También carecen de ropa y alimentos. La ayuda aún no llega a esta comunidad, ubicada río debajo de la cabecera municipal. Desde el martes pasado los damnificados que se encuentran en el albergue Flor de Pino, en Alamikamba, han recibido alimentos que fueron sacados al crédito por las autoridades locales, según una fuente oficial. Personal del Ministerio de Salud y del Batallón Ecológico del Ejército de Nicaragua que se ha movilizado a la zona atiende a los afectados. Las autoridades esperan los resultados de una segunda evaluación que realizan dos comisiones que salieron hacia río arriba y río abajo este miércoles 13 de julio.
En su alocución diaria del mediodía a través de los medios oficialistas, la vocera del Gobierno, Rosario Murillo, se limitó a referir que en Prinzapolka hay dos albergues activos, donde 180 personas reciben atención médica y alimentos.
VUELVE NORMALIDAD
Según el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), “la onda tropical número 13 abandona nuestro territorio, ha habido lluvias en distintos puntos del país”, dijo la vocera del Gobierno, Rosario Murillo.
Igualmente Murillo, en su alocución diaria ayer en los medios oficialistas, dijo que Ineter reporta la disminución del nivel de los ríos Escondido y Grande de Matagalpa.
Ambos ríos registraron un aumento en su caudal el pasado sábado 9 de julio. Sin embargo, Murillo consideró que la situación ha empezado a normalizarse.
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damnificados quedan todavía en los albergues de El Rama, según la vocera del Gobierno, Rosario Murillo, 97 menos de los que reportaron el martes, pues han retornado a sus hogares.