El sol está candente, el paso vehicular a ratos se vuelve un caos, los cocheros aprovechan los pocos espacios para salir y mientras otros conductores se las ingenian para estacionarse, otros buscan una salida, tratando de no colisionar. Ese es el ambiente que a diario se vive en el parqueo principal del mercado municipal Ernesto Fernández de Masaya, donde los espacios son cada vez más reducidos.
Esta situación tiene muy preocupados a los miembros de la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (Frater), quienes se dedican al cuido de vehículos en esta zona, pues aseguran que hay pocos espacios para que los clientes puedan parquear sus vehículos y muchos de estos espacios son ocupados por comerciantes de este centro compras, por lo que les queda poca ganancia.
“En esta zona trabajamos 16 compañeros, aquí no tenemos el control porque muchos comerciantes se nos meten en los espacios, y aquí nadie hace nada, ni la intendencia, ni la alcaldía, realmente no tenemos a quién recurrir ante esta situación, y realmente nos sentimos marginados por eso. Este mercado está creciendo cada día, y el parqueo se va reduciendo”, dijo Dionisio Centeno, coordinador de los discapacitados.
Mencionó que además de no obtener mucha ganancia para el sustento de sus hogares, el comercio del mercado pierde porque muchos compradores que llegan con sus vehículos solo dan la vuelta al ver que no hay lugar para estacionarse.
Se intentó conocer la versión de Elieth Murillo, intendenta de este centro de compras, pero dijeron que estaba ocupada.
Según los miembros de Frater, no se ha respetado el convenio que se firmó con la municipalidad de que los discapacitados tienen derecho a utilizar 120 espacios para sus clientes.