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Walter Castillo (izquierda) tiene dos derrotas y un empate en sus últimas tres peleas en Estados Unidos. LA PRENSA/ARCHIVO

Walter Castillo fue noqueado en el séptimo asalto por Sergey Lipinets

Podría sobrarle corazón, pensar en el triunfo, entrenar hasta más no poder, ser optimista y soñar con la victoria, pero anoche Walter Castillo se enfrentó a un boxeador kazajo, Sergey Lipinets, hecho a martillazos, que soportaba

Podría sobrarle corazón, pensar en el triunfo, entrenar hasta más no poder, ser optimista y soñar con la victoria, pero anoche Walter Castillo se enfrentó a un boxeador kazajo, Sergey Lipinets, hecho a martillazos, que soportaba cualquier cantidad de golpes y que además tiraba sus combinaciones sin miedo a ser partido o quedar descubierto, y poco a poco fue construyendo la victoria de menos a más, hasta que en el séptimo asalto el réferi detuvo la pelea, al ver cómo Lipinets conectaba 10 golpes consecutivos sin respuesta a la humanidad del nicaragüense.

Lo irónico es que cuando Castillo debió aprovechar el momento de atacar sin inhibiciones y provocar que el réferi detuviera las acciones cedió terreno. En el quinto asalto el púgil pinolero cortó la ceja izquierda del kazajo con un jab lacerante, de inmediato empezó a brotar la sangre, incomodando al favorito, sin embargo ese terminó siendo uno de sus mejores asaltos, un recto a la frente tambaleó a Castillo, luego los golpes hacia los bajos que lo colocaron en las cuerdas, y aunque soportó el asalto en retroceso, fue el aviso de la catástrofe que venía.

El sexto episodio pudo ser el final. Castillo estaba lastimado, el volado de derecha y la izquierda en cruzado entraba sin autorización ni defensa que la detuviera. Lipinets jugaba con su presa y sorprendió que faltando más de un minuto para que terminara el asalto decidió no darle continuidad a los despliegues, el ratón estaba vivo, pero con sus minutos contados y el ataúd preparado.

Ese último round, cuando para muchos el siete es sinónimo de suerte, para Castillo marcaba su defunción, ya estaba en retroceso, el nica no marcaba la pauta solo esperaba a recibir, y una derecha en volado aterrizó en su barbilla y empezó la contadora de golpes sin respuesta, hasta que el réferi acertadamente dijo no más.

Deportes boxeo Sergey Lipinets Walter Castillo archivo

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COMENTARIOS

  1. Hace 8 años

    Ejemplo vivo del boxeador nicaraguense en el exterior que pelea con una sola idea, no tienen variantes, mala estamina y mal boxeo.

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