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Desnudadas

Sara Raquel González Espinoza (Izquierda) y Vanessa Carolina Aguilar junto a Pablo Cuevas, asesor legal de la CPDH. LA PRENSA/E. ROMERO

Fueron desnudadas y obligadas a hacer sentadillas en celda de El Chipote

Dos mujeres aseguran que bajo engaño fueron llevadas a El Chipote, donde por varias horas no solo fueron recluidas a una celda sino que fueron obligadas a desnudarse y hacer sentadillas.

Dos mujeres aseguran que bajo engaño fueron llevadas a El Chipote, donde por varias horas no solo fueron recluidas a una celda sino que fueron obligadas a desnudarse y hacer sentadillas.

Sara Raquel González Espinoza y Vanessa Carolina Aguilar, denunciaron desde la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), el abuso policial del cual fueron víctimas en El Chipote, el pasado domingo 17 de julio.

“Ellos a mi me enchachaban como cualquier delincuente como que a mi me habían agarrado robando… cuando  según ellos  solo iba a ir a reconocer cosas… y allí hay vecinos que miraron que de mi casa no han sacado nada”, expresó González.

“Digo yo, si yo fuera delincuente y me hubieran agarrado con algo que no fuera mío estoy de acuerdo pasar la vergüenza, pero ir a pasar una humillación, porque esa es una humillación para mi, sabiendo que soy una persona de casa, de que no me involucro en cosas malas que hagan todo eso y quieren todavía que me quede callada… ¿Y el trato que me dieron? ¿Y mi dignidad donde queda? Por el suelo”, sostuvo González.

Lea también: La pesadilla de El Chipote

La denunciante habita en el barrio Jorge Dimitrov, en Managua, señala que aparentemente la Policía las intentó investigar por un crimen ocurrido el sábado pasado en las cercanías de su casa; pero no les presentaron ninguna orden de captura ni informada si era investigada como sospechosa de ese hecho sangriento.

La muerte del vecino coincidió con una fiesta de quince  años que el sábado se celebraban en la casa de González y para lo cual antes del crimen habían alquilado una camioneta de acarreo a la víctima; por lo cual dice, la Policía empezó a interrogarlas sobre con qué dinero habían realizado la fiesta. La mujer asegura que les demostró que la celebración la realizaron con apoyo de varios miembros de la familia, para lo cual presentaron facturas y otros documentos.

González, quien aclara no es simpatizante del partido oficialista, ve con extrañeza que días antes otros policías ya habían intentado ingresar a su vivienda y catearla, bajo el supuesto de que buscaban a un sospechoso y aunque les insistió de que no era la dirección que buscaban los uniformados pretendían penetrar por la fuerza a la vivienda.

Aguilar, es de Granada y viajó a Managua para cocinar como regalo para su sobrina que cumplía quince años.

Recordó que desde el sábado cuando habían salido a la iglesia por la celebración, la Policía les cateó la casa y provocó que no todos los invitados llegaran a la celebración.

El domingo que llegó nuevamente la Policía para llevarse a  González, Aguilar se ofreció voluntaria a acompañarla para que no fuese sola. Pero ya en El Chipote fue  sometida a igual humillación que a su pariente.

“Nos metieron a una celda chiquita… me dicen: ‘quítese la ropa’… se tiene que quitar todo es más me dice, ‘cuando se la quiete me va a ser unas seis sentadillas me dice y cuando termine, puja’ me dice, yo le dije pero me da vergüenza…’no, no se preocupe’ dice, aquí no hay hombres somos mujeres’… eso es terrible vivirlo”, comentó la mujer quien apunta que no se lo desea a otra persona: “Allí se le pierde la dignidad”.

“Eran unos cuartitos chiquitos que con costo alcanza uno sentado y un ratito parado”, relata Aguilar quien relató entre sollozos la humillación a la que fue sometida.

YA ES UNA PRÁCTICA DE LA POLICÍA NACIONAL

Una denuncia similar hizo la secretaria regional de ICW Latina, Arely Cano, cuando fue detenida en marzo pasado pretendieron obligarla a desnudarse y hacer sentadillas como sucedió con otras mujeres.

González denunció que después de todo lo que ha sido víctima está siendo “hostigada, me tienen vigilada” lo que mantiene traumatizadas a sus hijas que tienen temor de ir a la escuela. “no se lo que quieren por que yo no se nada”.

El asesor legal de la CPDH, Pablo Cuevas, lo calificó de trato degradante e indigno, aberrante y obsceno al poner a las mujeres hacer sentadillas en un sitio donde hay cámaras de vídeos. Y este es un hecho más que señala que la Policía está actuando de forma “extremadamente abusiva”, desde el momento en que no presentaron orden judicial, no les señalan sus derechos, entre otros, señala Cuevas.

El asesor legal de la CPDH señaló que se ha convertido una práctica reiterativa en esa institución obligar a las mujeres desnudarse y hacer sentadillas, que anteriormente solo se denunciaba en las penitenciarías, pero lleva algún tiempo que se ha denunciado también en la Policía.

Las autoridades deben hacer las investigaciones necesarias “es triste decirlo pero a Asuntos Internos le está quedando muy grande la camisa…y no están haciendo mucho”, criticó Cuevas.

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COMENTARIOS

  1. Maquiavelo Maquiavelando
    Hace 8 años

    me imagino los de arriba la cupula dictatorial riendose y como siempre no hacen nada estan PEOR que con los tiempos de somoza

  2. EL REDIMIDO DE SIUNA
    Hace 8 años

    CHANCHOS VIEJOS. IGUAL Q LA G.N. DE SOMOZA. NO HA CAMBIADO NADA.

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