Los Hernández Tórrez nacieron en la legendaria casa de madera, conocida como “El Taller de Toño Torres”, inmueble de unos 150 años ubicado en el barrio El Calvario Sur. Esta familia se ha distinguido como una de las más representativas de esta ciudad, por su gentileza, honestidad y servicio a la comunidad. Sus integrantes son longevos.
Esta semana es muy especial, es el cumpleaños de Ana Rosa Tórrez, quien nació a las 4:00 de la madrugada del 26 de julio de 1913. Ana Rosa está a punto de cumplir 103 años y este fin de semana lucía elegante con su vestido largo, asistida por varios sobrinos y Norma, su hermana menor de 87 años.
A Doña Ana Rosa le sofoca el calor y suele valerse por sí misma con un abanico de mano. En la pared sobresale una foto de su juventud, en blanco y negro, que la hace ver como una de las mujeres más elegantes de Chinandega, católica ferviente que no faltaba a la misa de la Ermita San Agustín, ubicada dos cuadras al sur de su casa.
A la par de esa fotografía se encuentra un cuadro antiguo de San Pascual Bailón, de quien es devota y al que toda la familia celebraba en la esquina norte cada 17 de mayo.
LAS MAÑANITAS
Ana Rosa Tórrez está a pocas horas de cumplir 103 años de vida, nació el propio día de Nuestra Señora de Santa Ana, patrona de los católicos chinandeganos.
Por la casa esquinera suele pasar la procesión al atardecer y a ella el párroco que esta vez es su sobrino Jaime Guillermo Ramos le da la bendición y le cantan Las Mañanitas.
“Hasta viene monseñor (Jaime Guillermo Ramos), ese es mi pariente”, dice la señora sonriendo.