Marcelo Josué Ríos Mercado es un voceador a punto de obtener su licenciatura en inglés, lucha que ha emprendido con sus propios recursos. Tiene 36 años y a temprana edad supo que captaba bien las enseñanzas del idioma inglés en la escuela secundaria del Instituto Nacional de Chinandega Miguel Ángel Ortez y Guillén (Inmaog).
“Ya en cuarto año mi promedio era de 95 y no me presentaba a los exámenes, solo firmaba”, recuerda Ríos. Sus maestros Enrique Soriano y Raúl Esquivel descubrieron la facilidad de aprendizaje del chavalo y le animaban a continuar debido a la importancia del idioma.
Tras bachillerarse, tenía en mente ir a la universidad, inició como voceador y se matriculó en la Communicative English Academy, del barrio San Agustín de Chinandega.
Indica que luego todo le salió bien cuando hizo el examen de admisión en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León) para estudiar en modalidad sabatina.
Ahora espera la programación del examen de grado. Este chinandegano va por la calle, entregando el periódico del día sin la apariencia que es bilingüe.
Cuenta que ha sostenido experiencias con turistas internacionales, ha participado como traductor en el ámbito cristiano y en las brigadas médicas que llegan del exterior.
No piensa quedarse de brazos cruzados puesto que tras tener su título en mano planea trabajar como docente y aplicar en la universidad en la carrera de Turismo y Hotelería, pues considera hace falta muchos profesionales bilingües.
“Son tres mis hijos con mi esposa Dolores Gómez. Mi hijo mayor está en quinto año casi no le atrae el inglés, pero a mi niñita de nueve años que está en cuarto grado, le encanta”, dice Ríos.
PARA ADELANTE
Marcelo Josué Ríos Mercado contó que por 14 años ha sobrevivido de la venta de los periódicos. “Ha sido mi único medio de subsistencia”, manifestó el chinandegano. Agregó que le anima el esfuerzo de compañeros que llegan a León desde sitios recónditos del norte fronterizo de Chinandega, Somotillo y El Viejo, quienes con grandes dificultades se esfuerzan en seguir sus estudios.
HISTORIA QUE ASOMBRA
Marcelo Ríos cada mañana se enrumba a la agencia de Esperanza Obando, en el barrio San Agustín. Reveló que de los periódicos redondea al día entre 150 y 180 córdobas. Su esposa vende pan y otros productos en las calles del Reparto Rafaela Herrera. Cerca de la una del día regresa a su humilde hogar.
Cuando logra trabajos con las brigadas médicas obtiene ganancias de hasta 30 dólares al día. Generalmente son seis días, una semana que deja de lado los periódicos para ejercer esa labor que le gusta mucho.