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De ranchito a grupo empresarial

Una venta de quesillos en un sector poco concurrido donde empleaba a una sola persona en 1997 se convirtió 19 años después en el escenario para consolidar empleos y la plataforma para 11 negocios prósperos.

Una venta de quesillos en un sector poco concurrido donde empleaba a una sola persona en 1997 se convirtió 19 años después en el escenario para consolidar empleos y la plataforma para 11 negocios prósperos.

Pasión y disciplina llevaron al empresario restaurantero Arturo Talavera a consolidar esa cantidad de negocios en tres giros distintos y junto a su esposa, María Lourdes Sevilla, llevar a su primer restaurante Mi Viejo Ranchito a expandirse a cinco sucursales, en conjunto con otro negocio especializado en comida mexicana y una cafetería, convirtiéndose en Sociedad Anónima Talavera Sevilla (Grupo Talse SA) que genera actualmente unos 180 empleos.

El camino fue pesado para Talavera y su esposa pues tuvieron que cambiar sus hábitos sociales, trabajar los días feriados, sacrificar gustos y concentrarse en la calidad de los productos, servicios y la capacitación de un personal que crecía de la mano de la demanda.

En entrevista con LA PRENSA, este rivense explica cómo un modesto negocio puede convertirse en una exitosa empresa, en un sector con mucha competencia.

Vea:

¿Cuál pudo ser la clave que les permitió crecer de forma sostenida, tanto en empleos, locales y giros de negocios?

Esta siempre ha sido una empresa familiar. Desde que mi esposa empezó, mis hijos fueron parte. Ellos venían y ayudaban y en la medida que crecían también hacían sus trabajos universitarios en función de mejoras.  Y por nuestra parte, la dedicación y entrega total ha sido determinante para mantener a la clientela. Tanto mi esposa y yo hemos hecho un equipo donde ambos nos complementamos, desde la exigencia requerida hasta la sutileza para abordar el más delicado problema.
Y el cuido diario de la calidad ha sido de vital importancia para el desarrollo de una industria que tiene más retos como la calidad en los servicios o productos.

¿Qué peso tiene para ustedes la capacitación de su personal, tomando como referencia la necesidad de elevar la calidad en todos los sentidos?

En primer lugar para nosotros ha sido uno de los factores de éxito el hecho de priorizar la capacitación de la gente, porque es un sector que tiene bastante rotación y eso impide que el empresario quiera invertir, pero le dimos la prioridad. En el caso de Mi Viejo Ranchito, cuando iniciamos la experiencia fue una buena oportunidad porque la gente era lugareña y al exponerse a capacitación ellos son más agradecidos.

También hemos trabajado con el Instituto Nicaragüense de Turismo en el manejo de alimentos, procesos, logística y cuando terminó ese plan de apoyo, hemos hecho uso del Inatec. Uno hace la solicitud y vienen por lo menos dos veces al año, algo que nos permite actualizar los conocimientos de las personas y buscamos que al menos la mayoría participe.

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El sector empresarial en el país se queja mucho que el pago del Inatec es un impuesto del que no sacan provecho, en su experiencia ¿cuál es su valoración sobre los planes de esa entidad?

Pienso que sí hemos tenido oportunidades (con Inatec). Pero por darte más ejemplos, la Escuela Nacional de Hotelería es donde tenemos que mejorar la coordinación. Nos queda muy corto, muy limitado y lo bueno sería que se implementen otras formas de trabajo para que los estudiantes reciban seminarios más rápidos para que se sienta su existencia. Nosotros hemos encontrado y nunca nos han dicho que no (Inatec) porque el monto facturado es alto y los profesionales que imparten los talleres cuentan con la capacidad suficiente para impartir el conocimiento entre nuestra fuerza laboral.

¿Hacia dónde apunta el sector de restaurantes?

Primero que nos falta mucho por mejorar en temas de atención al cliente, manipulación de los alimentos. Hace falta mucho por hacer en este campo porque la tendencia es que hay crecimiento del turismo y cada vez se siente más su presencia. Nos hemos convertido en un polo turístico, la gente pasa por acá (Mi Viejo Ranchito) y se ve en las ventas la cantidad de turistas que nos visitan.

Es importante estar preparados. Que nuestros meseros sean bilingües, que puedan recibir y atender a los que no hablan español. Y en cuanto a la introducción de tecnología para las cocinas, es necesario que los requisitos de crédito sean más accesibles para poder comprarla, porque al pequeño negocio en Nicaragua se las ponen difícil.

El asunto es que se necesitan equipos de refrigeración, si usted va a un lugar donde los equipos tienen sarro, es malo, es contaminación o a veces combinan mariscos y res y eso no se debe. Pero tenemos que estar claros que cuesta.

Una vez que una empresa tiene varios años de operación ¿cómo reinventarse para mantener la calidad e innovar?

Ese es otro de los factores que yo te diría que es de éxito. A los consumidores les gusta venir y ver cosas nuevas.
Eso en el menú ha sido un gran reto, porque la gente quiere cosas nuevas. Hay que saber identificar lo que la gente quiere que tengamos en el menú y es interesante porque por ejemplo en (Mi Viejo Ranchito) Rivas la gente demandaba mayor cantidad de mariscos y así comenzamos con un festival y ha tenido una reacción increíble, entonces los platos más demandados son los que se insertan en el menú. Cada día debemos dar un motivo para que los consumidores te prefieran y darles las opciones para que sientan que sí es viable su inversión.

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¿Cómo valoran la apertura de los trabajadores para aprender?

De manera general tenemos una visión positiva porque el capital principal es el recurso humano. La verdad es que si esta gente no te apoya, entonces estás en problemas. Si tenés un mesero que no te atiende bien, hasta ahí llegaste. Si no hacen las cosas con voluntad, es malo. Pero en este caso, así como crecés, así te podés caer. Debés mantener el estándar.

La misma experiencia nos ha hecho que aprendamos y crezcamos junto con ellos y que hasta tres generaciones laboren con nosotros. Tenemos un caso de la mamá, la hija y la nieta y aunque a veces no es permitido, en nuestro caso ha sido positivo. Nosotros tratamos de darle la oportunidad a personas que no saben tanto, porque muchas que tienen experiencia, vienen con mañas, así que preferimos que nosotros los formemos para que se amolden a la forma de trabajo.

En medio del día a día de los restaurantes, muchas quejas hay sobre la carga fiscal, ¿cómo la sienten ustedes? ¿Qué podría mejorarse?

Es pesada y el mayor problema de los empresarios restauranteros es la disciplina que debés tener para pasar por un lado el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto sobre la Renta (IR).

Definitivamente que no deja de ser una carga para el consumidor porque el 15 por ciento en concepto de IVA es alto comparado con otros países, espero que en un futuro lo puedan corregir para que se fomente el consumo. He propuesto en varias ocasiones en diferentes instancias que haya una oficina donde puedan estar las diferentes instituciones que velan por el sector porque es complicado. Tengo una lista increíble de la cantidad de permisos que hay que hacer. Te dan hasta el 31 de marzo y por más que quieras te falta tiempo. Si se pudiera reunir en una misma oficina todas esas gestiones, sería lo mejor que se puede hacer.

¿Qué consejo puede darle a los emprendedores?

Lo más importante es tener pasión por lo que uno hace. Si no la tenés, entonces estás errado. El restaurante no lo podés ver solo como un medio para obtener dinero, sino que debés de entender la dinámica de los consumidores que llegan, necesitan atención, quieren cortesías, es una posición de servicio la que tenés frente a las personas y los trabajadores mismos que requieren apoyo. Que trabajen en equipo y tengan el balance necesario para estar bien a cada decisión a tomar.

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Si no se mantiene la calidad o el ambiente con el que levantás un negocio de comida, entonces te podés venir abajo y la idea es saber mantenerse y hacerle frente a un sector que busca innovar a diario”.

Arturo Talavera, presidente de Talse SA.

Economía empresas Nicaragua Ranchito archivo

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COMENTARIOS

  1. Carlos
    Hace 8 años

    Ni el mismo se lo cree aqui los negocios proaperos o tienen inversion de afuera o tienen ayuda politica aqui en este pais nada funciona por si solo y la libre empresa. Aqui se da mucho negocio manejado por. Testaferros o le inyectan dinero para lavanderia asi que nada es.limpio como lo quieren pintar pq el nica es brillante pero no todos tienen un amigo lavandero o del gobierno

  2. Edmund Dantes
    Hace 8 años

    Bravo por este emprendedor que parece entender el paradigma de salir adelante. Otro bravo por haberlo hecho en un pais donde todo es dificil.

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