Hace tres años, la propuesta de instalar biodigestores para generar energía con el estiércol del ganado llegó a Nicaragua como la opción más accesible para contrarrestar la falta de acceso de las poblaciones rurales al servicio de electricidad. Pero actualmente, el desarrollo del mercado del biogás representa una oportunidad para elevar la productividad del sector ganadero y garantizar la inocuidad de la producción lechera.
“Las nuevas aplicaciones que se están utilizando ahora con la tecnología del biogás son el uso de ordeñadoras mecánicas, calentadores de agua para temas de ordeño, inocuidad y calidad de la leche y también sistemas de riego… esta inversión permite velar por el incremento de la productividad y la calidad e inocuidad de la leche que se produce en las fincas”, dijo Emmanuel Béjar, representante del Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV) en Nicaragua.
Béjar recuerda que en 2013 cuando inició el Programa de Biogás Nicaragua (PBN) se instalaban biodigestores con la idea de usar el biogás para cocinar. En esta fase de primera escala la generación de energía a partir de desechos eliminaba el consumo de leña, lo que además de reducir el daño a los bosques evitaba las consecuencias que genera el humo en las personas y el ambiente.
También garantizaba la iluminación básica en las fincas. Mientras que el biol (abono orgánico resultante del proceso de descomposición del estiércol) sustituía a los fertilizantes químicos, provocando una reducción en los costos de producción, por la merma en la inversión de insumos químicos.
Pero el programa que a la fecha cuenta con unos 750 biodigestores instalados en fincas de Boaco, Matagalpa, Chontales, Jinotega y Río San Juan pasó a una segunda etapa de mediana escala en la que se han sumado nuevos usos al biogás, que van desde sistemas de riego, bombas de agua, ordeñadoras mecánicas, picadoras de pasto y calentadores de agua, hasta equipos de enfriamiento.
MAYOR PRODUCTIVIDAD E INOCUIDAD
El uso de sistemas de riego garantiza la sostenibilidad de los flujos de producción de leche y carne porque permite que durante todo el año haya pasto verde en las fincas para alimentar al ganado.
Adicionalmente el uso de ordeñadoras mecánicas y de calentadores de agua para desinfectar los equipos aseguran la inocuidad de la leche, dice Willmer Fernández, presidente de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac) y usuario del sistema.
La semana pasada el PBN inauguró en la finca de Fernández en Juigalpa, Chontales, el primer sistema de biogás que es utilizado para hacer funcionar un sistema de riego, una ordeñadora mecánica, una picadora de pasto, un calentador de agua y una cocina.
“Lógicamente la inocuidad de la producción permite estabilidad en la oferta de la materia prima (leche) y en los precios que la industria paga por ella. Esto le permite al productor planificarse porque se tienen volúmenes de producción y precios estables”, manifiesta Fernández.
El presidente de Canislac añade que otra ventaja comparativa es que el uso del biogás que generan los biodigestores reduce los costos de producción porque “ya no se usa la energía convencional ni combustibles fósiles”, además podría generar ingresos adicionales por la venta del biol (abono orgánico) que se obtiene del funcionamiento del biodigestor.
MODELO GARANTIZA SOSTENIBILIDAD
“Pasar de la ganadería extensiva a la intensiva también mejora la productividad. Se dice que el ganado estabulado tiene un 25 por ciento mayor en producción de leche que el no estabulado”, afirma Béjar.
No obstante, Fernández aclara que aún es prematuro definir cuál será el impacto que provocará el uso de biodigestores a mediana escala en la productividad del sector lácteo.
“Quizás en unos seis meses se puedan tener resultados, pero estarían en dependencia de los niveles comparativos que se puedan tener cuando varios ganaderos adopten la tecnología y comiencen a medir el incremento en su producción y los volúmenes de oferta. Lo que sí se puede afirmar es que este modelo garantiza la sostenibilidad productiva en el tiempo”, detalló Fernández.
Para acceder a estos beneficios los ganaderos deben realizar inversiones que van desde 14,500 córdobas para instalar un biodigestor flexible o de bolsa de diez metros cúbicos y desde 19,000 córdobas para uno fijo o de domo de seis metros cúbicos. Estos son los más pequeños y a partir de ellos cada productor debe elegir el más adecuado, tanto en modelo como en tamaño, más adecuado a la cantidad de reses que posea, detalla Guillermo Largaespada, asesor del PBN.
Los sistemas más pequeños requieren de 140 baldes de estiércol para el llenado inicial y una vez que empiezan a funcionar se les debe poner diariamente cuatro baldes de estiércol y dos de agua. Se requieren entre 17 y 22 reses estabuladas (en corrales con suelo de cemento para facilitar la recolección del estiércol) para garantizar este abastecimiento. Estos sistemas generan entre cinco y seis hora de energía por día.
AÚN PUEDEN DAR MÁS
Otros más grandes como el instalado en la finca de Fernández, con capacidad para 27 metros cúbicos, tienen un costo de unos cinco mil dólares y pueden generar unos 3 kilovatios de energía diariamente.
“Con esta oferta energética se puede levantar un sistema de riego por aspersión durante dos horas y media al día, o distribuir la generación entre el uso de la ordeñadora mecánica, el calentador de agua, la descremadora y la picadora de pasto”, detalla Largaespada.
Según Largaespada, el SNV está innovando en Nicaragua para acercar estas tecnologías a los productores y ayudarlos a mejorar la productividad.
A los usos que están probados en el país se pueden agregar otros como el funcionamiento de equipos de refrigeración para la leche y derivados lácteos. También existe la posibilidad de almacenar el biogás que se produzca en las fincas.
“Lo único que debe hacer el productor es buscar el asesoramiento indicado y elegir los equipos adecuados a la capacidad del biodigestor que tenga instalado en su finca”, advierte Largaespada.
Diferentes equipos
Inicialmente el biogás fue utilizado únicamente para hacer funcionar cocinas, pero se han desarrollado una serie de filtros que permiten eliminar algunos componentes del biogás para hacer funcionar cualquier equipo que trabaje con motores de combustión interna y generadores, explica Eduardo Martínez, presidente de Agricons.
Según Martínez, el biogás sirve para hacer funcionar cualquier equipo y la única precaución que debe tener el productor es que la capacidad de generación del biodigestor sea compatible con la del aparato.
También, cada equipo que se adquiera debe incluir un kit de limpieza que se le debe instalar para evitar la corrosión que provoca el biogás cuando no se limpia.
Resultados del PBN
Desde su arranque en el 2013 el Programa Biogás Nicaragua (PBN) ha instalado 750 biodigestores, tanto de bolsa como de domo fijo (concreto) y de diferentes tamaños. Los primeros mil que se instalen recibirán un subsidio de 400 dólares cada uno y los siguientes mil un apoyo menor, detalló Emmanuel Béjar, representante del Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV) en Nicaragua.
La meta del PBN es instalar tres mil sistemas en fincas de Boaco, Matagalpa, Chontales, Jinotega y Río San Juan a los que también se les ofrece asesoramiento. El proyecto ejecutado por el SNV y el Instituto Humanista de Cooperación con los Países en Desarrollo (Hivos por su sigla en holandés) tiene previsto invertir 6.2 millones de dólares, que son aportados por el Fondo Multilateral de Inversión del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Nórdico de Desarrollo, el SNV, Hivos y contribuciones locales.